Suplemento de Arte de Le Monde Chic News. Tu periódico chic y a este paso, ¡tu único periódico!

Por Sylvietartan
Editorial.
Queridos lectores, nos enfrentamos aquí en la redacción al duro reto del ahorro. Suena a anuncio de cuenta  naranja o de otro color flúor y desagradable pero no lo es. Es lo que toca este año en el que todavía tenemos que hacerle un agujero más a nuestro cinturón, antes liso, ahora completamente troquelado. Si vosotros también estáis en esta situación, ¡ojo! Antes de empezar el proceso, lo ideal es comprarse un cinturón de cuero trenzado que podréis graduar sin necesidad de agujeros y siguiendo el ritmo fluctuante de la economía de nuestro país.

Cinturón modelo "recesión". ¡¡Mucho más práctico!!


Arte en Barcelona.
Hace apenas nada los medios nos han dado la noticia de que Tàpies, genial pintor y escultor, había fallecido. Siempre nos parece una mala noticia que un artista de tal calibre abandone este mundo y no vuelva a crear obras por muchas que nos haya dejado. Supongo que los que tienen un Tàpies no piensan lo mismo en estos momentos, claro, pero como nosotros no lo tenemos, nos apena enormemente la noticia y desde aquí queremos rendirle un pequeño homenaje a este gran artista. Descanse en paz.

www.elmundo.es

El caso es que últimamente no salimos del mundo del arte. Y es que refugiarse en él, es lo mejor que se puede hacer en estos tiempos. La contemplación y el disfrute de lo bello, lejos del mundanal ruido, de las malas noticias y de la vulgaridad, es un remedio casero que utilizamos en la redacción para no contagiarnos de todas estas cosas feas y poder así escribir sólo cosas bonitas.
Por eso hoy os queremos hacer partícipes de un descubrimiento que tuvo a bien hacer nuestro corresponsal en Barcelona. Lu Ink. (Vamos, Lu Ink es el nombre del descubrimiento, no el de nuestro corresponsal que se llama Pepe García).

Entrada de LU INK en la calle Madrazo, 141 de Barcelona.


Lu Ink, ante todo, es un lugar para perderse si te gustan, como a nosotros, las piezas con historia y personalidad que no se venden a granel en grandes superficies. Lu Ink es una tienda taller en la que sus propietarios, George Angles, artista digital australiano y Blanca Cases, pintora y diseñadora catalana, dan rienda suelta a su vena artística, vendiendo y haciendo todo aquello de lo que les gusta rodearse. Nuestro corresponsal, que realmente iba a cubrir otra noticia, cuando pasó por la puerta, se sintió irresistiblemente atraído y no pudo dejar de entrar. Tuvimos suerte porque allí descubrió este rincón que George y Blanca han convertido en un lugar casi mágico, donde ver, tocar y enamorarte de alguna pieza es el pan nuestro de cada día.

Además de artistas, ¡guapísimos y encantadores!


Esta parejita nos ha contado que para ellos viajar y recorrer mundo es una necesidad vital para estimular su inspiración y empaparse de cosas diferentes y fantásticas que nos ofrecen otras culturas y paisajes. Blanca lleva pintando toda la vida pero cuando el hijo de ambos decidió que quería ayudar a su mamá, empezó a crear utilizando otros medios, diseñando con el ordenador, haciendo serigrafías y plasmando así sus diseños en camisetas, colchas, cojines, individuales, manteles, espejos, foulards, chaquetas…. Y ahí sigue, dándole al pincel y a las nuevas tecnologías.


A George, por el contrario, después de media vida creando y diseñando por ordenador,  le entró el gusanillo de pasarse del mundo digital a uno más analógico y con el encanto de lo imperfecto. Potenciando el sentido del tacto, ha dejado un poco de lado los ordenadores y ahora se ocupa más de la vida real. Algo que por cierto, ¡no nos vendría nada mal hacer aquí! Que a mi en la espalda me han salido cables USB.

Estas esculturas surrealistas me han enamorado.

Así que parece que George y Blanca van en la misma dirección pero en sentidos opuestos, por eso cubren todas las posibilidades artísticas. Además, en la tienda no sólo os vais a encontrar sus obras sino también las de otros artistas o diseñadores, eso sí, sin abandonar la idea de exclusividad, ediciones limitadísimas  a precios asequibles y cosas bonitas que nos hacen un poco más felices. Como ejemplo, la joyería de Tilly Bloom (Brooklyn), la terracotta de Leonardo Parisi ( Florencia), las velas de Peg and Owl (Philadelphia), las fotos de Nolwen Legoff (Francia) y los estudios de Prospero Calciano (pintor de frescos romano). Nos dicen, y corroboramos, que "lo artesano no tiene por qué ser ni  ñoño ni caro". ¡Gran verdad!


Y por lo que nos cuentan, ellos no dejan de experimentar: rompen, reciclan, reutilizan, prueban, ensucian, manchan, limpian... Van transformando materiales y objetos para descubrir su faceta más estética y bella.
Por ello tienen cuadros, obra fotográfica, bandejas, cojines, mapas, pisapapeles, terracota pintada, muñecos para niños, objetos de decoración ….. y libros sin los que no pueden vivir. ¡Os comprendemos y empatizamos!
Sus fuentes de inspiración: el rock and roll , las pelis de Guy Ritchie, las series de  la tele y todo lo antiguo, lo natural, lo reciclado, los gabinetes de curiosidades y los museos de historia natural. 

Adoro a esos cervatillos.


Arte ecléctico, objetos con vida propia y sobre todo mucho amor y pasión en cada pieza es lo que vamos a encontra en Lu Ink. Si vais a Barcelona, no se os ocurra dejar de ir a hacerles una visita y a comprobar que todo lo que contamos es verdad. Recordad, calle Madrazo, 141, 08021 Barcelona. Teléfono: 93 200 88 06. Lu@lu-ink.com. O búscadles en facebook para seguirles la pista. No van a dejar de sorprendernos.

El regalito que me mandó nuestro corresponsal como prueba del reportaje.


 Arte en Madrid.
Y ahora pasamos a la capi pero seguimos en el mundo del arte, la decoración ¡y de la historia! Nos vamos, una fría mañana de sábado al Museo Nacional del Romanticismo, antiguamente conocido como Museo Romántico, lo cuál daba lugar a bastantes confusiones, ya os podéis imaginar. Máxime, los catorces de febrero...
Pero volvamos a este precioso museo creado por el II Marqués de la Vega-Inclán por donación al Estado en el año 1921 y que se sitúa en el número 13 de la calle San Mateo de Madrid en un edificio construido en el año 1776 y que se inauguró por primera vez en el año 1924. ¡Cuánta fecha!  Luego os explicaré lo de "por primera vez". 

Calentita con abrigo de Elena Benarroch, gafas Ray-Ban y camisa vaquera de  Ralph Lauren.

Con obras pertenecientes a su citado fundador y otras donadas posteriormente por grandes ilustres, -Rafael Alberti llegó a ser su director con eso os digo todo-, esta casa-museo se convirtió rápidamente en un referente para conocer la forma de vida de la época del Romanticismo y una pequeña máquina del tiempo hacia esa época que hoy se conserva en perfecto estado.  En el año 2001 cerró sus puertas y en 2009 volvió a abrirlas restaurado y con el nuevo nombre más acorde con sus contenidos, como os comentaba más arriba. Así , llamándose "Museo del Romanticismo" tienes que ser muy zote para confundirte sobre el tema.

Divino es poco.



Como Museo Nacional, los que tenéis la tarjetita de "Amigos del Museo del Prado" (roja) no os olvidéis de llevar la otra tarjeta (azul) de la "Federación Española de Amigos de los Museos" porque así no tendréis que abonar entrada. En caso contrario, tendréis que pagar tres euros, salvo que tengáis derecho a tarifa reducida. Más información aquí sobre horarios y precios.

De este abanico os podéis comprar una réplica en el shopping después de la visita. 



Chicas, al entrar en el Museo es obligatorio, voy avisando, dejar los bolsos en consigna. Lo cual es entendible en cierta medida por la cantidad de figuritas y otros objetos que pueden dar un brinco inesperado e introducirse en nuestros bolsos así como quien no quiere la cosa. A mi me cuesta creer, de todos modos,  que haya alguna pieza que  prefiera vivir en mi apartamento a vivir en este gran Palacio, pero chico, ¡vete tú a saber! A lo mejor, como George, también quieren dar un giro a su vida profesional y lanzarse a lo imperfecto.

El maravilloso salón de baile. Me imaginó aquí con mi libreta de baile, ¡completamente llena!



La casa-museo está impecable y así quieren que siga estando. Por eso, no puedes pisar las alfombras antiguas ya que sufrirían mucho con las visitas. Hay que seguir el caminillo que dicta otra alfombra más contemporánea y que se extiende sobre las de siglos pasados. Y ¡hay de ti como salgas del sendero trazado! No hay descargas eléctricas pero sí vigilantes que te reprenderán severamente.  Lo comprendemos pero todavía conservamos el miedo en el cuerpo.

Maravilloso trampantojo de cortinas.

Set de manicura y otros cuidados personales.

En el baño, cepillo de dientes y demás utensilios de limpieza bucal. Para que luego digan...


Si os gusta la decoración palaciega (¡a mi me encanta!) aquí podréis ver maravillosos tapizados, muebles que son una joya, salones únicos a los que sólo les falta ver a la servidumbre de la época por allí, porcelanas  y muchos elementos decorativos bellísimos y otros insólitos como veréis en las fotografías. Todo este patrimonio, sigue incrementándose gracias al Ministerio de Cultura.



Detalle del juego de café del salón azul.

Si os pasáis una vez al mes por la web del Museo, podréis aprender algo más sobre una pieza concreta  ya que todos los meses analizan y estudian una de ellas. Este mes toca el mantón de Manila y os aseguro que el estudio es interesante, pormenorizado y nada tedioso.

Capilla de la casa.

Maravillosos frascos de medicinas.

 Otra de las maravillas del museo es el cuarto de juegos de los niños, ¡una delicia!

¿Véis este juego de ajedrez? Es minúsculo.


Joyas y cajitas de tocador.


Extraña pero bellísima composición de conchas y otros materiales.


Sin comentarios. Por suerte, no estaba en la cocina.


Mueble joya.


Colección de pitilleras. ¿Nos os parecen fundas para el móvil?


  Y por último, una muestra precursora de los actuales e-mails. ¡Una carta manuscrita! ¿Os acordáis de ellas? ¿Cuándo fue la última vez que escribisteis una? Toda una antigüedad que nosotros vivimos años atrás. Definitivamente en Le Monde, ¡somos viejos!

Pues nada más queridos lectores, cerramos edición. Esperamos que estas dos recomendaciones que intentan hermanar Madrid y Barcelona, no sé si con mucho éxito, os resulten de utilidad. En Lu Ink podréis comprar obras de arte y en el Museo del Romanticismo están a la venta muchas réplicas de las piezas que allí podéis admirar. En ambos sitios, buenos precios y amor al arte.

Yo me quedé prendada de estos pendientes con camafeos.

Y ahora sí. Redacción y yo nos recogemos para guarecernos del frío, que ni los mejores surfistas se esperaban tantas olas siberianas este invierno. Os esperamos en el próximo número, gracias por vuestra fidelidad. ¡Un abrazo caluroso de toda la Redacción!
Sylvie Tartán.