En pocos años se ha multiplicado el número de estudios que evalúan el potencial de combinar medicamentos biológicos con las clásicas quimioterapias. Mucho menos común es combinar ambas posibilidades en un solo fármaco, como sucede con el T-DM1 (Trastuzumab-DM1), una molécula en investigación que ha demostrado que puede ser tan eficaz, -además de más seguro-, que el tratamiento estándar (Trastuzumab más la quimioterapia docetaxel) en pacientes con cáncer de mama HER2 positivo avanzado. Así lo muestran los resultados de un estudio fase II presentados en el 35º Congreso Anual de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) que estos días se ha celebrado en Milán, Italia.
El T-DM1 es un anticuerpo conjugado, también denominado anticuerpo armado, cuyo potencial se estudia en pacientes con cáncer de mama HER2-positivo en fase avanzada. Se trata del primero en investigación de una nueva familia de tratamientos que combina en un solo fármaco el anticuerpo monoclonal Trastuzumab (Herceptin®), -ya comercializado por Roche-, y el agente quimioterápico antimicrotubular DM1. Por un lado, Trastuzumab constituye el actual estándar de tratamiento para los pacientes con cáncer de mama HER2 positivo, tumor en el que ha demostrado beneficios en todas las fases de la enfermedad. Y, por otro lado, el quimioterápico DM1 es un derivado anti-microtubular muy potente. Trastuzumab libera el DM1 al tumor, donde elimina las células que sobreexpresan HER2 responsables del cáncer. De este modo, el T-DM1 es capaz de tratar específicamente las células tumorales y lograr el máximo beneficio clínico, minimizando los efectos adversos.
El estudio presentado en Milán es el primer ensayo fase II que compara en primera línea el potencial del T-DM1 frente a la terapia estándar de tratamiento para pacientes con cáncer de mama HER2 positivo avanzado. Los resultados muestran que la incidencia de efectos adversos de grado 3 o más en el grupo de control (Trastuzumab más docetaxel) fue claramente superior a la de las pacientes que recibieron T-DM1 (75% vs 37%). La mayor parte de estos episodios estaban además relacionados con la quimioterapia: pérdida completa de cabello (66,2% para el tratamiento estándar frente al 1,5% entre las tratadas con T-DM1), neutropenia (57,4% vs. 7,5%) y diarrea (45,6% vs. 10,4%). En cambio, fueron más comunes algunos efectos secundarios en el grupo de T-DM1 en el caso de las náuseas (47,8% vs. 39,7%), la fatiga (46,3% vs. 46,2%) y el aumento de la temperatura (35,8% vs. 20,6%).
Aunque es preciso un mayor seguimiento para determinar diferencias en la supervivencia libre de progresión, los datos disponibles a los 5,9 meses de seguimiento indican que ambas pautas cuentan con una capacidad similar para reducir el tamaño del tumor (tasa de respuesta objetiva): 47,8% para T-DM1 vs. 41,4% para el estándar de tratamiento, p=0.456). El doctor Hal Barron, director médico y responsable del Área de Desarrollo Global de Roche, ha calificado estos datos como "un importante paso adelante en el desarrollo de nuevas opciones para las pacientes con un tumor HER2 positivo y son una muestra del compromiso de nuestra compañía por aportar soluciones innovadoras que mejoren la vida de las personas con cáncer".