El principal argumento contra el tabaco y su uso social es que es algo pasado de moda. Y desde aquí no vamos a dejar de insistir.
El argumentario contra el uso de tabaco entre los más jóvenes parece tan redundante que resulta casi antiguo.
De hecho, desde siempre, se ha impedido fumar a los niños. El tabaco es una cosa de mayores. Pero el efecto paradógicamente inverso es que fumar un cigarrillo de tabaco continúa teniendo un si-es-no-es de rito de paso a la edad adulta. La inmensa mayoría de los usuarios de tabaco accedieron al primer cigarrillo como un gesto, más o menos clandestino, que les “hacía mayores”.
Mientras y a pesar de todo, el consumo de tabaco apenas se ha reducido globalmente, aunque el perfil del fumador ha cambiado, con una inversión de la relación hombre/mujer y un desplazamiento de los lugares públicos aotros más privados.
Lo que sigue son las recomendaciones a los padres de la American Cancer Society más comunes en relación con el consumo de tabaco entre los menores:
- Recordar que a pesar del impacto de las películas , la música, el Internet , y los compañeros , los padres pueden ser la mayor influencia en la vida de sus hijos .
- Se debe hablar con los hijos sobre los riesgos del consumo de tabaco – los estudios han demostrado que esto funciona ! Si los seres queridos sufren con o murieron de enfermedades relacionadas con el tabaco , advierta a sus chicos.
- Hágales saber que, por ejemplo, que el consumo de tabaco afecta al corazón, daña los pulmones, y puede causar una gran cantidad de otros problemas, incluyendo cáncer.
- También mencionar lo que puede hacer a la manera en que una persona se ve y huele : el fumar hace que el pelo y la ropa apesta , provoca mal aliento y mancha los dientes y las uñas. Causa la pérdida de dientes, y la pérdida ósea en la mandíbula.
- Los hijos de padres fumadores tienen muchas más probabilidades de fumar. Pero incluso si se usa tabaco , aún se puede marcar una diferencia. El mejor paso, por supuesto, es dejar de fumar. Mientras tanto, no consuma tabaco cerca de sus hijos, no se lo ofrezca, y no lo deje donde puedan tomarlo fácilmente.
- Empiece a hablar sobre el consumo de tabaco cuando sus hijos tengan 5 o 6 años de edad y continúe a lo largo de sus años de escuela. Muchos niños comienzan a consumir tabaco a los 11 años. Y muchos son adictos a los 14 años.
- Entérese si los amigos de sus hijos consumen tabaco. Hable acerca de las maneras de decir “NO” al tabaco. Hable con sus hijos sobre la falsa presentación brillante del tabaco en los medios de comunicación , como los anuncios , películas y revistas… ahora en Holywood sólo fuman “los malos” ¿no?
El consumo de tabaco es un problema social y sus consecuencias son biológicas. El remedio tiene que ser social.
X. Allué (Editor)