Y allá que nos fuímos. Un miércoles, laborable, llegamos antes de las 13:30 y vaya ambiente! Parecía que era fin de semana. No habíamos reservado y resultó que no habia mesas libres, nos sentaron en una mesa alta que había en la parte del bar y que ponía Reservada.
Una vez en posición nos ponemos a ver la carta de tapas mientras pedíamos la bebida. Una carta corta, de platos clásicos y con buena pinta: conservas, chacinas, mejillones, huevo con trufa, ortiguillas o lomo de carne roja son algunos ejemplos. Cuando nos trajeron la bebida nos dieron una carta más, la de platos. Hala!. A pensar otra vez: tartar de salmón, pisto, huevo poché, arroces, patatas a la importancia, merluza, tataki de pez mantequilla, carrilleras o manitas. Nos lo pusieron difícil, había tantas cosas que nos llamaban la atención que no sabíamos por donde decantarnos. Afortunadamente podías pedir platos completos o por medios, una tendencia que se ve mucho últimamente (Bacira, Triciclo, etc.) y que es perfecta para poder pedir más cosas. Mientras esperábamos la comida nos trajerón el pan; de tres tipos, blanco, de aceitunas y colines. Vino junto con un cubo gigante de mantequilla. El pan estába riquísimo y lo reponían constantemente.
El servicio es perfecto, de 10. Controlan muy bien los tiempos. Pedimos cuatro platos para compartir y los trajeron de uno en uno, lo que hacía la comida más tranquila y que se pudiera degustar mucho más. Los camaremos están muy atentos, hay muchos y no pierden detalle ni dejan nada por medio. Nos cambiaron los platos y los cubiertos en cada ración que nos sirvieron:
- Media de anchoas del Cantábrico. 6 anchoas perfectas. 12 euros.
- Media de Merluza en salsa verde riquísima. nos ventilamos el pan mojándolo en esa salsa tan perfecta. La media ración nos salió por 15 € (el plato compelto 24€)
- Media coca de bacalao y piperrada. Aquí fallaron un poco, muy salado y venía servido con sal negra que lo hacía más salado aún. 12 euros.
- Huevo poché con Ajo Arriero. De nuevo con sal negra pero aquí le daba un toque perfecto. 19 euros.
Sin lugar a dudas el lugar merece la pena. No es barato pero la comida es de lujo. Terminamos la comida con un café solo y la cuenta, con dos Coca-Colas, un Verdejo y un agua salió por 71,70€