1. Camina sobre las puntas de los pies y los talones durante un minuto cada día.
2. De pie sobre un rodillo de espuma, recorra la habitación dando pequeños pasos. Mantenga el abdomen metido para ayudar a guardar el equilibrio.
3. Colóquese sobre el rodillo de espuma con un pie y deje el otro colgando por delante,
Comience a mover la pierna libre en todas las direcciones, alargándola hacia delante, el lado y hacia atrás. Repita una vez en cada dirección. Recuerda tener el abdomen dentro.
4. Plié en primera posición con círculo mágico. De pie, con el círculo mágico entre los tobillos, las piernas rotadas hacia fuera desde la parte alta de las caderas. Soltando el aire, flexione las rodillas manteniendo el abdomen dentro y los hombros relajados. Inspire y estire las piernas.
Ahora, espire y elévese de puntillas.
5. De pie, apoya un pie en la almohadilla del círculo mágico y cruza los brazos como un indio. No bloquee la rodilla de soporte, manténgala suave. Inspira y, soltando el aire, presione el círculo hacia abajo lentamente. Inspire y controle el movimiento de regreso a la posición inicial.