Aproveché unos restos de los vestidos de gnomos, un trocito de tela de cuentos que tenía hace tiempo, y un retal de estos pantalones.
Con su nombre bordado en piqué nido de abeja, no habrá duda, sabrán de quien es esta taleguita.
Ainss... se me hacen mayores.
Por cierto, gracias a las que os habéis interesado por mi codo, va a mejor, parece ser que la infiltración de antes de ayer está haciendo su trabajo debidamente.
Buen Miércoles.