Talento y compensación: una historia de amor
Por Jlmon
Quienes colaboramos en este blog, siempre sostenemos que no hay talento sin valor, pero tampoco valor sin talento. Pero también pensamos que, muy a menudo, se deja fuera de la ecuación a un elemento fundamental: la compensación.Es dudoso que la gestión talento llegue a producir todo su potencial de valor si no está acompañado de una buena gestión de la compensación. Se necesitan el uno al otro como la cebolleta a la lechuga, Romeo a Julieta o el urbano a la infracción. Debiera ser una historia de amor interminable aunque, mucho me temo, que casi siemprese acaba convirtiendo en un cumulo de desencuentros poco explicables.Una empresa siempre se hace las mismas preguntas: ¿qué quiero conseguir?, ¿cómo quiero conseguirlo?
A la primera de estas cuestiones siempre se responde con la construcción de objetivos, mientras que la segunda encuentra su respuesta en las personas y las competencias necesarias para alcanzar los primeros con lo que, en cierta forma, ya introducimos la variante del talento. Pero también podemos y debemos introducir la compensación aunque incluida dentro de un concepto más amplio como es el de Recompensa Total.