¿Sabéis que el laboratorio Grünenthal, condenado como responsable de Caso Talidomida, también comercializaba Agreal -el medicamento para los sofocos de la menopausia dañino- en Francia? En España no pues lo vendió la farmacéutica Sanofi Aventis pero no deja de ser curioso que la compañía ahora sentenciada en nuestro país tenga tal historial de daños por medicamentos. Talidomida se recetaba para las náuseas y “molestias” del embarazo y Agreal para las “molestias” de la menopausia. Ambos resultaron más que molestos para sus consumidoras y descendencia.
Si os hacéis con un ejemplar del libro El caso Agreal. Responsabilidad por daños por medicamentos, podréis encontrarla traducida por sus autores, Antonio Piga y Teresa Alfonso Galán. En ella advierten de los daños de Agreal
Agreal lo comercializaron Grünental y Sanofi, que es la casa madre en Francia en 20 países africanos, Brasil y once latinoamericanos. No quiero ni pensar en el tipo de sistemas o centros de Farmacovigilancia con que contaban -¿cuentan?- esos países.
Mirad que es “caprichosa” la geografía de la distribución de los medicamentos dañinos. En Estados Unidos, los fabricantes de Agreal ni siquiera intentaron comercializarlo. No es que en Estados Unidos sean modélicas la industria farmacéutica -Big Pharma, como allí se la conoce- y la Administración encargada de regularla pero allí les habría salido muy caro este escándalo (en España a Grünenthal le va a salir por un pico ¡¿eh?!).
En América el único país que continúa comercializando Agreal es México que hasta el año 2000 no comenzó a tener un sistema de Farmacovigilancia. El laboratorio que lo hace se llama Aplicaciones Farmacéuticas y lo denomina Aclimafel.
En la sentencia de Talidomida la jueza explica que,
a pesar del tiempo transcurrido desde los hechos, en la actualidad no se tiene un conocimiento cierto, cabal, seguro, exacto y absolutamente definitivo sobre el alcance de las lesiones y secuelas producidas por la talidomida, es decir, los daños derivados de su ingesta no están plena y absolutamente determinados ni consolidados, por lo que, en aplicación de la doctrina jurisprudencial descrita anteriormente, la acción rectora del procedimiento no puede considerarse prescrita”.
Existen numerosas similitudes entre los casos Talidomida y Agreal y sabemos que llegaron a compartir laboratorio comercializador.