Creo que no comía tallarines desde que era pequeño, y mira que me gustaban, la textura me resultaba extraordinaria, tanto, que se convirtió en mi pasta preferida y uno de los sabores de mi infancia. No se por que motivo dejé de tomarlos, tanto tiempo que no se ni los años que hace. El otro día llegó a mi esta receta, a la que no pude resistirme, solo imaginarme la textura de los tallarines, acompañados de esa deliciosa salsa boloñesa, cocinada a fuego lento con un buen surtido de setas.. se me hacía la boca agua solo de pensarlo, así que, tras días rondando en mi cabeza, me puse con ella. El resultado, mejor de lo que imaginaba.
INGREDIENTES
1 Paquete de tallarines.
250 gr. de ternera picada.
Un buen surtido de setas (portobello, shiitake, boletus..)
1 Zanahoria.
1 Rama de apio.
1 Diente de ajo.
1 Cebolla.
1 Vaso de vino tinto.
250 gr. de salsa de tomate casero.
1 Vasito de caldo de verduras.
4 Cucharadas de aceite de oliva.
Sal y pimienta.
Perejil.
- Con ayuda de un procesador de alimentos, picamos bien la cebolla, el ajo, la zanahoria y el apio. En una cacerola grande lo ponemos a freír con el aceite, removiendo, hasta que comience a dorarse. Picamos toscamente las setas en la procesadora y las incorporamos a la cacerola, removemos bien. Cuando comiencen a dorarse, añadimos la carne, vamos removiendo hasta que cambie de color. Salpimentamos.
- Incorporamos el vino tinto y vamos removiendo de vez en cuando. Dejamos reducir a fuego medio/lento. Añadimos entonces la salsa de tomate, removemos bien y cubrimos con el caldo de verduras, removiendo de vez en cuando hasta que reduzca más de la mitad, tiene que quedar una salsa espesa, tardaremos unos 40 minutos en conseguirla.
- Ponemos al fuego una olla con abundante agua salada y preparamos los tallarines según instrucciones del fabricante. Una vez listos los escurrimos bien. Rectificamos la salsa de sal y pimienta y mezclamos enerigcamente en un cuenco grande con los tallarines. Servimos y espolvoreamos con perejil fresco recién picado y queso parmesano rallado.
No podemos decir que la salsa sea rápida de preparar, pero merece la pena cocinarla a fuego lento y que todos los sabores se amalgamen unos con otros, obtendremos una salsa realmente aromática y deliciosa, con la que vuestros comensales quedarán realmente encantados.
Podemos prepararla con nuestra pasta preferida, con unos penne tiene que quedar realmente rica. También podemos utilizar la salsa como base para una lasaña o rellenar unos canelones, a mi siempre me gusta preparar de más y luego poder realizar otros platos con ella.
Utilizad las mejores setas que encontréis en el mercado, ya que esto se traduce en sabor, así que nada de setas congeladas, mejor usar una sola variedad común a muchas de dudosa calidad. Utilizad también un buen vino tinto para recudir la salsa, y luego acompañad el pato con el mismo vino, quedará genial el maridaje. Espero que os guste.