La depresión es dolorosa, pero no sólo a nivel psicológico, sino que el malestar es también físico. El 80% de las personas que sufren ansiedad y depresión refieren dolor, pero en muchos casos los médicos de Atención Primaria no asocian los síntomas dolorosos que padecen este tipo de pacientes con dichas enfermedades.
Así lo revela un estudio nacional, que recientemente se ha publicado en la revista especializada Journal of Affective Disorders. «Los síntomas dolorosos pueden enmascarar el diagnóstico de depresión, sobre todo en el ámbito de la Atención Primaria. El paciente acude a su médico de cabecera por dolores y quejas somáticas asociadas o formando parte de un cuadro depresivo y generalmente sólo recibe un tratamiento analgésico que resulta ineficaz», explica el doctor Luis Caballero, del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda, y uno de los autores del estudio.
La investigación, primera de estas características que se realiza en España y en el que han participado más de 80 médicos de Atención Primaria, analizó un total de 7.152 pacientes que acuden al ambulatorio por cualquier motivo, de los cuales más del 13% (981) presentaba ansiedad generalizada. Asimismo, más de la mitad de estos pacientes (559) presentaba un trastorno depresivo mayor junto con el trastorno de ansiedad.
-Menor productividad
«El dolor y otros síntomas somáticos funcionales son muy frecuentes, tanto en la depresión mayor, como en el trastorno de ansiedad generalizada. Diversos estudios muestran que cuando coinciden ambos diagnósticos en un paciente la frecuencia de estos síntomas supera el 90% de los casos», señaló el doctor Caballero.
Además, los síntomas dolorosos, incluso bien identificados como formando parte del síndrome depresivo, «limitan la recuperación de un episodio depresivo y son responsables de que, en muchos casos, el tratamiento no consiga la remisión completa de la depresión, objetivo obvio del tratamiento antidepresivo». «El resultado óptimo del tratamiento de un episodio depresivo es la remisión completa y precoz también de estos síntomas», asegura el autor.
Los síntomas dolorosos asociados a la ansiedad y la depresión impactan negativamente en la calidad de vida y en la funcionalidad del paciente, lo que puede provocar una reducción en la productividad laboral de los pacientes en 1,5 días por semana.
**Foto de Flickr. Publicado en "ABC"