Así que como yo soy muy curiosa y ¿para qué comprar un bote si puedo hacerlo casero?, rebusqué en internet para encontrar la manera de hacerla...¡y al final la he hecho a mi manera! jajajajajaja. Está rica no, lo siguiente, y ha sido todo un descubrimiento que, por supuesto, quiero compartir. ¡Vamos que no puede ser más fácil!
Ingredientes: 100 g tomates secos (en aceite); 2 dientes ajo grandes; 1 cucharada orégano seco; 2 cucharadas queso parmesano rallado; 7 cucharadas aceite; pimienta.
Preparación: Poner todos los ingredientes en el vaso de la batidora. Podéis usar aceite de oliva pero yo he preferido utilizar el mismo aceite en el que vienen conservados los tomates secos, para darle más sabor.
Triturar todo muy bien con la batidora hasta obtener una pasta homogénea. Es ideal servirlo sobre rebanaditas de pan tostado. ¡Mmmmmmmmmm!