Para el bizcocho he partido de la receta del clásico 1-2-3 (1 yogur, 1 medida de aceite, 2 medidas de azúcar y 3 medidas de harina). De ahí he ido haciendo algunos pequeños cambios.
El bizcocho lo suelo hacer por la noche y la monto por la mañana, así el bizcocho está completamente frio y no se me rompe al manipularlo. La cobertura lleva colorante, pero se puede hacer añadiendo un poco de cacao para que sea todo chocolate.
Ingredientes: Bizcocho
- 1 yogur griego
- 1 medida del vaso de yogur de aceite de oliva
- 2 medidas del vaso de yogur de azúcar moreno
- 2 1/2 medidas del vaso de yogur de harina (yo sin gluten)
- 1 medida del vaso de yogur de cacao en polvo puro
- 4 huevos
- Cookies al gusto (yo sin gluten)
- 1 sobre de levadura
- Almibar para empapar el bizcoho (agua, azúcar y canela)
- 200 ml de nata con 35 % o más de materia grasa
- 200 gr. de crema de queso
- 150 gr. de azúcar glass
- Colorante (si se le quiere dar un toque de color a la crema)
- Bolitas de chocolate, confetis de azúcar... (para decorar)
Batimos los huevos con el azúcar hasta que cojan bastante aire. Lo podemos hacer con las varillas o poniendo la mariposa en la Thermomix. Vamos incorporandos el resto de los ingredientes del bizcocho menos la cookies. Mezclamos bien.
Engrasamos un molde alto de unos 20-22 cm y vertemos la mezcla. Añadimos las cookies y metemos en el horno previamente precalentado a 180º durante 45 minutos.
Para el montaje de la tarta, cortamos el bizcocho por la mitad ayudados de un cuchillo de pan o una lira de repostería. Señalizamos con dos palillos cada parte del bizcocho para que luego lo podamos colocar en el mismo sitio.Echamos con cuidado el almibar sobre el bizcocho aierto para que se empape.
Montamos la nata que tiene que estar muy, muy fría. Yo la pongo diez minutos antes en el congelador. Vamos montando la nata con las varillas y añadiendo 100 gr. de azúcar glass. Cuando esté montada, ponemos la mitad de la nata en una manga pastelera y rellenamos la tarta.
Ahora batimos la crema de queso con el resto del azúcar glass, si queremos colorear el frosting, ponemos un poco de colorante en pasta o polvo (no lo pongáis líquido que se puede estropear). Mezclamos todo con la nata sobrante. y cubrimos completamente la tarta.
Decoramos con bolitas, lacasitos, confetis de azúcar, chocolatinas o con cookies.
Unas velas y unos muñecos harán las delicias de cualquier pequeño.
Bon appétit