No ha sido una tarta grandota, más bien pequeña, pero adecuada para que me cupiese sin problemas en la caja donde se la envié y tenga provisiòn de chuches durante una buena temporada. Le falta algo que aún le da más vidilla y la hace más linda , que son los palillos de colores con los que se suelen pinchar las chuches. No los tenía, así que me tuve que apañar con los típicos palillos caseros (mondadientes). He intentado que no se vieran mucho, y bueno, no ha quedado del todo mal ¿verdad?.
Sé que le ha gustado mucho y que a día de hoy aún sigue dándole al diente con las chuches, cosa que me alegra un montón. Por mi parte, me lo he pasado en grande preparándola, lo he gozado como una niña pequeña. Solo espero que la disfrute junto con mi hija, y que si aparece alguna caries no me pasen la factura del dentista :)
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