Tenía esta receta pendiente de hacer desde hace tiempo (ya sabéis...esa lista larguísima de pendientes que solemos tener en el cajón) así que el toque de las fresas, que empiezan a encontrarse en los supermercados (aunque, todo sea dicho, a unos precios aún prohibitivos), no ha hecho si no que mejorarla. ¡Veréis que sencilla y que rica!
Ingredientes: 60 g mantequilla; 100 g azúcar; 2 huevos; 100 g queso quark; 100 g yogur griego; 160 g harina; 1/2 sobre levadura; una pizca canela; 6 fresas grandes; azúcar glas.
Preparación: Con las varillas batimos la mantequilla (deshecha en el microondas durante 30 segundos) junto con el azúcar para formar una crema. Añadimos los huevos, uno a uno, y seguimos batiendo. Añadimos el queso y el yogur y continuamos batiendo. Finalmente añadimos la harina tamizada y mezclada con la levadura y con la canela y batimos hasta obtener una crema no muy líquida.
Lavamos las fresas y les quitamos el pedúnculo. Tres las troceamos pequeñas y las incorporamos a la masa, mezclando todo bien con una espátula. Las otras tres las hacemos láminas y las reservamos.
Volcamos la masa en un molde en forma de corazón, previamente engrasado con aceite. Repartimos bien golpeando sobre una superficie. Colocamos las láminas de fresa por toda la superficie hundiéndolas un poco en la masa.
Hornear a 180 ºC (arriba y abajo con ventilación) durante 40 minutos. Dejar enfríar, desmoldar y espolvorear ligeramente con azúcar glas. Servir.
Espero que os guste mi propuesta para el Reto Color y Sabor de Temporada y deseando estoy de ver las de mis compañeras. ¡Hasta el mes que viene!