Se trata de un Bizcocho de yogur calado con almíbar y relleno de nata con trozos de fresas, y cubierto con más nata. Decoramos con fresas y crocanti de almendras.
Se ha convertido en un clásico en mi casa en primavera porque realmente no te cansas de comerla, y al final, siempre termino haciendo tres o cuatro.
Por cierto, sé que todavía tengo mucho que aprender, pero comparada con la primera....