No sé vosotros, pero en mi familia el verano está lleno de reuniones y celebraciones en las que un postre o tarta es indispensable para cerrar una opípara comida.
Y como a vosotros, no me apetece mucho encender el horno y sudar la gota gorda… (aunque reconozco que hay veces que lo enciendo y salgo pitando de la cocina).
Por eso siempre ando buscando postres y tartas en los que, como mucho, tenga que utilizar el microondas o un cazo al fuego, como esta Tarta de mousse de queso y frutos rojos, sin horno, que además me gusta darle un golpe de congelador y servirla semi congelada. ¡Una locura!
Como en verano podemos encontrar multitud de frutos rojos, me gusta hacer la mermelada yo misma, pero si no te quieres complicar, puedes ponerle una buena mermelada casera, porque en el mercado hay algunas de muy buena calidad.
En cualquier caso, es una tarta muy fácil, y si la sirves como yo, casi congelada, te aseguro que no van a dejar ni una miguita porque está realmente deliciosa.
¿Nos ponemos manos a la obra?
Cómo hacer la Tarta de mousse de queso y frutos rojos, sin horno, paso a paso:
Ingredientes:
Para la base:
- 100 g de galletas
- 80 g de mantequilla a temperatura ambiente
Para la tarta:
- 400 g de queso crema (tipo Philadelphia)
- 350 g de leche
- 250 g de nata para montar
- 200 g de azúcar
- 9 hojas de gelatina
Para la cobertura:
- 250 g de frutos rojos: fresas, frambuesas, arándanos….
- 150 g de azúcar
Preparación:
Tritura las galletas y mezcla con la mantequilla en pomada.
Forra la base de un molde desmontable con papel de horno y cubre el fondo con esta mezcla, procurando que no queden huecos y que quede lo más compacta posible.
Pon en remojo las hojas de gelatina para que se ablanden.
Bate la mitad de la leche con el queso crema y hasta que estén bien mezclados.
Calienta la otra mitad de la leche y disuelve en ella las hojas de gelatina. Deja enfriar un poco y mezcla con la crema de queso anterior.
Monta la nata con el azúcar y poco a poco, ve uniéndola con la crema de queso y leche, procurando que no se baje la nata pero que quede bien mezclada.
Vierte esta preparación en el molde sobre la base de galletas y alisa bien la superficie.
Deja enfriar en la nevera unas horas y, si hace mucho calor, la última hora la dejas en el congelador.
Prepara una mermelada con los frutos rojos troceados y el azúcar, dejando que se haga a fuego lento para que suelte todo el agua. Cuando tenga la consistencia de mermelada, aparta y deja enfriar.
No es necesario que la tritures, pero si no te gustan los trocitos, puedes hacerlo.
Cuando vayas a servir, desmolda la tarta y cubre con la mermelada casera.
Puedes ablandar un par de hojas de gelatina y añadirlas a la mermelada caliente para deshacerlas, y cubrir la tarta sin desmoldar, con ella. Te quedará más uniforme y perfecta, pero a mí me gusta echarla en la mesa, delante de los comensales. Te aseguro que ese gesto te lo van a aplaudir.
¿Verdad que esta Tarta de mousse de queso y frutos rojos, sin horno es sencilla? ¿A qué esperas para hacerla?
Si estás buscando tartas fresquitas en las que no tengas que encender el horno, tienes que ver mi increíble Tarta de chocolate en dos texturas, o esta maravillosa Tarta de chocolate y turrón, o esta explosiva Tarta mousse de naranja y mascarpone. Pero si entras en mi Índice de recetas dulces encontrarás decenas de ideas fáciles y deliciosas para los calurosos días de verano. ¡QUE APROVECHE!!