No sé si existe tal diferencia entre tarta y pastel, pero para mí, la tarta de queso es la que se hace en el horno, y el pastel, es el que se hace mezclando ingredientes y metiéndolos a la nevera, donde cuajarán gracias a la gelatina.
En el caso que nos ocupa, haremos una receta tarta de queso al horno que nunca falla, de las que sale siempre a la primerar, porque es de lo más sencillo hacerla, y que desde que mi amiga Águeda me dio la receta hace más de 20 años, la he prepararado muchísimas veces y es la que hacen mis hermanas y toda mi familia.
Y tras estre preámbulo... vamos al lío. (Además de esta receta de tarta de queso al horno, al final de la entrada podéis ver varias alternativas para poder hacer una tarta de queso a vuestro gusto)
Ingredientes para 6 personas:
Base: 1 tubo de galletas DIGESTIVE, o María (molidas como harina), 100 gr de mantequilla (derretida en microondas a potencia suave), y opcionalmente, 2 cucharadas soperas de azúcar
Relleno o Cuerpo de la tarta: 600 gr de queso crema (philadelphia o similar), 250 ml nata líquida, 4 huevos, 2 cucharadas soperas de harina, 4 cucharadas soperas de azúcar, Ralladura de un limónTopping o decoración: Mermelada de fresas, frambuesas o arándanos, fruta fresca según los gustos.
Cómo hacer la tarta de queso al horno
Comenzamos con la base, al igual que en cualquier tarta de queso, mezclando la harina de galletas molidas con la mantequilla derretida y en su caso el azúcar, y cuando está bien mezclado y terroso, forramos con la mezcla la parte baja del molde donde la vayamos a hacer. Yo suelo usar un molde de cristal de Pirex que no es muy alto, a diferencia de cuando hacemos las clásicas New York Cheesecakes, en cuyo caso suelo utilizar uno desmontable de unos 10 cm de altura.
Cuando está listo el relleno, lo metemos a hornear, 10 minutos a 170º y luego otros 30-35 más, a 150º. Los tiempos dependen de cada horno. El mío, en ese tiempo hace que la masa suba como un bizcocho y que empiece a abrirse (lo veis en la foto). (No hay que preocuparse, luego baja y queda bien planita)
Apagamos cuando está dorada la tarta, antes que se queme, y dejamos enfriar en el horno con la puerta entreabierta (unos 50 minutos o más) No importa que la tarta quede sin cuajar en su interior, luego lo hará mientras se enfría, y es mejor que quede así bien jugosa, que si nos pasamos quedará demasiado compacta y más seca.
Pasado el tiempo de enfriado, metemos la tarta a la nevera para que termine de asentarse y cuajar por el interior, y ya la tenemos lista para decorar. Las tartas de queso mejoran bastante si las dejamos 3-4 horas en la nevera o incluso si las preparamos “de víspera”
Opciones para decorar la tarta y otras variedades similares
Para decorar las tartas de queso, lo habitual es cubrirlas de una mermelada de arándanos o de frambuesas o de otros frutos rojos. Probad también a cubrirla con otras mermeladas originales como la mermelada de mango o si os atrevéis, cubrid la tarta con una capa de mermelada de tomate y tomillo, para dejar a todos con la boca abierta.Otras opciones similares
Aquí tenéis otra receta, una tarta de queso y chocolate hecha con el nuevo Queso Philadelphia con Milka, que trae el chocolate incorporado. Es una opción muy rica, si queréis probar.
Otra posibilidad es hacer tartitas individuales de queso en cápsulas de magdalena como os explico aquí.
Y finalmente, aquí os enseño esta otra receta en la que el toppin lo hice con fruta fresca.
¿Cual os gusta más?
Sed felices,