Esta tarta de queso es uno de los pocos postres que he hecho este verano, ya que la casa donde estoy ahora no tiene horno, así que esta receta me ha venido genial, ya que microondas si que tengo, yo la he echo en un molde de pirex rectangular, pero va mejor uno que tenga agujero en el centro para que se haga mas homogéneamente. Ha quedado muy cremoso con un sabor muy suave.
Le dedico este postre a mi nieto que hoy cumple 4 añitos.
500 gr. de queso tipo quark
1 cucharada de esencia de vainilla
100 gr. de azúcar (yo he puesto de abedul)
frutos rojos para decorar
En un bol, colocar los huevos (claras y yemas), el azúcar y el queso. Batir con las varillas a baja potencia para evitar en todo lo posible las burbujas.
Incorpora la leche, la maizena y la vainilla. Batir de nuevo.
Colocar el molde encima del plato del microondas. Verter todo el preparado de la tarta de queso dentro del molde. De esta manera, los moldes de silicona se manipulan mucho mejor y el riesgo de derramar el contenido se reduce. Llevar el molde al microondas con mucho cuidado.
Encender el microondas a potencia media y comprobar a los 10 minutos si ha cuajado. Si no se ha cuajado, dejarlo 5 minutos más e ir comprobando cada 5 minutos hasta que al pinchar con un palillo este salga limpio. Ante la duda, pinchar. Dejar que se enfríe a temperatura ambiente y luego guardar la tarta de queso en el frigorífico de 4 a 5 horas.
Una vez fría, sólo queda desmoldar. Tapar con un plato boca abajo y voltear rápido. Es importante, si el molde es de silicona hacerlo así para evitar que se derrame y se rompa. Decorar con las frutas rojas.
NOTA: Se puede hacer con leche desnatada y con queso fresco batido 0% grasa y queda riquísima, así que te dejo este truco si quieres hacerla un poco menos calórica. También se puede sustituir el azúcar por un edulcorante como la stevia o el xilitol. En el envase te indica la equivalencia con el azúcar y así podrás hacerlo totalmente light.