Cuando terminamos un periodo como las navidades en el que compramos ingredientes de más, nos quedan restos en la nevera que lejos de tener que terminar en la basura pueden reciclarse perfectamente en un buen postre u otra receta.
Pasado Reyes, se me habían acumulado unos cuantos productos lácteos sin usar que estaban cerca de caducarse y como no sabía que hacer con ellos por separado, los mezclé todos para hacer una tarta rápida y fácil de queso (quedó estilo quesada).
Como no tenía galletas no le hice una base, así que quedó muy básica. Lo resolví en el plato añadiendo unos pistachos picados y crujiente de frambuesas (que también eran restos y siempre son muy vistosos además de dar textura) y una cucharada extra de crème fraîche. El resultado, ya lo veis, muy resultón :P y estaba riquísima. ¿También aprovecháis ingredientes y sobras para otros platos y postres? ¿Qué soléis hacer? ¡Feliz viernes!
Tarta de queso fácil (de aprovechamiento)
Ingredientes:
– 5 vasitos de queso fresco tipo Burgos (6 x 62,5 g) (los míos eran desnatados)
– 1 tarrina queso crema tipo Philadelphia (270 g)
– 150 g azúcar
– 2 cucharaditas de esencia o extracto de vainilla
– 3 huevos L
– 100 ml de nata líquida para postres
– 100 ml de crème fraîche
– pistachos picados, crujiente de frambuesa y extra crème fraîche para decorar
Elaboración:
– Precalentar el horno a 160ºC.
– Forrar un molde redondo con papel vegetal y reservar.
– Batir en el vaso batidor el queso fresco con la nata hasta tener una crema sin grumos.
– En un bol grande batir con la batidora de varillas el azúcar con el queso crema, añadir los huevos uno a uno y batir, añadir la vainilla, la crème fraîche y la mezcla que ya tenéis del queso fresco y la nata y terminar de batir todo muy bien.
– Echar la mezcla en el molde forrado con papel y hornear durante una hora aproximadamente a 160ºC. La mezcla subirá bastante, pero se desinflará al final.
– Cuando esté hecha la tarta, apagar el horno, abrir la puerta y dejarla dentro media hora más o menos (evitará un cambio brusco de temperatura y que tarta se cuartee, por bajarse de repente).
– Sacarla del horno y dejar enfriar sobre una rejilla completamente y luego mínimo de 3 ó 4 horas en la nevera o toda la noche.
– Como la tarta es muy básica en apariencia, sin base y con tan poco color, a la hora de servir decorar con pistachos picados y crujiente de frambuesa o similar y una cucharada de crème fraîche. Sencilla y deliciosa.
Receta y fotos: delikatissen