Los adolescentes son más propensos a empezar a fumar o a beber alcohol con cada síntoma adicional que presenten del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o del trastorno disocial, según una nueva investigación."Nuestros hallazgos subrayan la necesidad de asesorar a las familias sobre el riesgo de consumo de sustancias a medida que [estos] niños se acercan a la adolescencia", afirmó el autor del estudio, el Dr. William Brinkman, director de investigación del Grupo de Investigación Pediátrica de Cincinnati, que forma parte del Hospital Pediátrico de Cincinnati. "La necesidad es mayor para los niños con un diagnóstico o síntomas del TDAH y/o del trastorno disocial".El equipo de Brinkman analizó los datos de más de 2,500 adolescentes, de 12 a 15 años de edad, de una encuesta nacional realizada a sus padres entre 2000 y 2004.En primer lugar, los investigadores identificaron a los adolescentes con un diagnóstico de TDAH y/o trastorno disocial, además de a los que presentaban síntomas de alguno de esos trastornos, independientemente de si había un diagnóstico o no. Un trastorno disocial se caracteriza por la conducta agresiva, destructiva o engañosa. Los niños con un TDAH tienden a ser hiperactivos, impulsivos y/o desatentos.Entonces, el equipo de Brinkman comparó el consumo de tabaco y alcohol entre los adolescentes, en busca de un vínculo entre los síntomas del TDAH o del trastorno disocial y el consumo de sustancias.Brinkman dijo que el 45 por ciento de los niños del estudio presentaban al menos un síntoma del TDAH, y casi un 15 por ciento tenían al menos un síntoma del trastorno disocial.Por cada síntoma del TDAH adicional relacionado con la desatención (pero no la hiperactividad o la impulsividad) el riesgo de un adolescente de consumir tabaco o alcohol aumentaba entre un 8 y un 10 por ciento. De forma parecida, cada síntoma adicional del trastorno disocial se relacionó con un aumento de un 31 por ciento de las probabilidades de consumir tabaco, según el estudio.A un porcentaje muy pequeño de adolescentes del estudio (aproximadamente el 1.5 por ciento) les diagnosticaron tanto un TDAH como un trastorno disocial. Estos adolescentes tenían unas probabilidades más de tres veces mayores de consumir tabaco o alcohol, incluso tras tener en cuenta las diferencias según la edad, la raza/etnia, el sexo, los ingresos del hogar y si una persona que vivía en casa fumaba.Los hallazgos aparecen en una edición reciente de la revista Drug and Alcohol Dependence.
Artículo por HealthDay, traducido por HispanicareFUENTES: William Brinkman, M.D., M.Ed., M.Sc., research director, Cincinnati Pediatric Research Group, Cincinnati Children's Hospital; Glen Elliott, Ph.D., M.D., chief psychiatrist and medical director, Children's Health Council, Palo Alto, Calif.;4, online, Drug and Alcohol DependenceHealthDay(c) Derechos de autor 2014, HealthDay