Exacto, hoy nos lo tomamos con humor y te proponemos un test: ¿te gustaría saber si eres el perfecto borrego? O la perfecta borrega, claro. Aquí, como en todo, no hay distinción por sexos. Ser borrego es una cualidad que trasciende a cualquier ideología, raza, sexo, religión, orientación sexual, creencia…
En el mundo hay muchas categorías de personas, pero yo diría que básicamente dos: los borregos y los que están despiertos (o camino de despertarse, es decir, no lo están del todo, pero ponen interés en ello, se esfuerzan).
A su vez, dentro de los borregos encontramos tres sub categorías:
- Los que saben que son unos borregos, disfrutan de esa condición y presumen y alardean de ella. Su frase preferida: yo no me complico la vida…
- Los que no solamente niegan ser unos borregos sino que se las dan de llevar una vida digna y profunda. Su frase preferida: la gente no se entera de nada… (evidentemente, ellos tampoco).
- Los que viven en los mundos de fantasía, luz y color: no se plantean si son unos borregos o no; es más, no saben si quiera que exista esta categoría o qué diablos pueda significar. Su frase preferida: no entiendo: ¿el borrego no es un animal…?
Los primeros tienen arreglo. Los segundos lo tienen más difícil porque son arrogantes y soberbios. Y los terceros está claro que necesitan una mano a fondo porque no saben ni dónde están (¿cómo, qué…?).
¿Eres un perfecto borrego o te estás despertando ya?
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Dicho lo cual: ¿te gustaría saber si eres el perfecto borrego? Puede que reúnas los requisitos y aún no lo sepas. Vamos a ver EL TOP TEN DEL ADOCENAMIENTO Y EL BORREGUISMO, las casillas que tienes que marcar para ser… ¡el perfecto borrego!:
1.- Creerte todo lo que dicen los gobiernos, agencias gubernamentales, agencias de calificación, etc. El perfecto borrego cree a pies juntillas todo lo que le dice esta gente. Cree que, al verlos con traje, están por encima del bien y del mal y sólo dicen la verdad. Los considera investidos de algún tipo de sabiduría suprema. Si te crees lo que te dice el gobierno, no lo dudes: ya reúnes el requisito de la primera casilla.
2.- Creerte que los mismos sujetos de antes buscan y defienden tu bienestar. Esto es consecuencia de lo anterior: como cree que dicen la verdad, cree que están ahí para defenderle.
3.- Consumir cantidades ingentes de programación televisiva basura. Básicamente cotilleos, frivolidades, estupideces y programas donde la gente en general va a hacer el imbécil (tirarle un cubo de agua al vecino, embadurnarse de harina…).
4.- Ser un seguidor empedernido de los típicos deportes de masas. Cuando digo seguidor empedernido no me refiero a practicar o gustarte; me refiero a dar casi la vida por ellos: si pierde tu equipo te hundes en la desesperación y alargas la cara hasta el suelo; si gana, gritas, chillas, chirrías, te contorsionas y si dispones de vehículo te lanzas a la calle a amargarle la noche al personal.
5.- (derivada del anterior) Ser un fiel seguidor de los deportes que nunca han sido de masas pero que ahora OTROS han decidido que lo sean, y tú, como perfecto borrego, les das la razón y los sigues. Me explico: en España, por poner un ejemplo, deportes que siempre han sido minoritarios (coches, motos) AHORA tienen seguidores por doquier y las masas (aborregadas) enloquecen con ellos, cuando siempre les han importado un pimiento. En este sentido, el perfecto borrego está dispuesto a engancharse sin dudarlo a cualquier deporte que OTROS inventen (para defender sus intereses, para cumplir sus agendas), por muy absurdo que sea: encestar latas de conserva en algún sitio, darle con un palo a algo… Así considerado, el perfecto borrego, a poco que te fijes, se diferenciaría muy poco del Neanderthal.
6.- Criticar que otros emprendan negocios (se van a estrellar, no saben lo que hacen, con la crisis que hay…), mientras ellos defienden su sueldito de miseria y su contrato basura (su frase preferida: menos da una piedra…). Si a los emprendedores les va mal ellos dicen: ya lo decía yo… Si les va bien dicen: ¡qué suerte ha tenido..!
7.- Considerarte un afortunado y dar palmadas de alegría porque con tu sueldito de miseria ¡LLEGAS A FIN DE MES!, lo cual consideras algo digno de la mejor de las suertes. Es decir, pagas la hipoteca (o sea, el doble de lo que vale la casa), compras comida, cumples con los recibos de luz y agua… ¡y aún te sobra dinero para ir al cine! Wow!!! ¿Se puede pedir más? Eres realmente afortunado. El perfecto borrego piensa que la felicidad es esto (y que no le quiten la tele, claro).
8.- Dejarte intimidar por el miedo que te insuflan las élites. Te dicen que hay una epidemia de algo porque una tortolita se ha muerto esta mañana por causas desconocidas, y corres a comprarte la vacuna. Te dicen que hay alerta terrorista porque a un pobre imbécil le han confundido el betún de los zapatos con alguna sustancia explosiva, y te encierras en casa y no coges aviones (y consientes, por supuesto, que a partir de ese momento te pinchen el teléfono, te abran las cartas y te lean los e mails).
9.- Creerte que todos tus problemas se van a resolver no cuando TÚ los resuelvas, sino cuando ALGO O ALGUIEN lo haga: un gobierno nuevo, una multinacional que llega al pueblo…
10.- Sentirte especialmente afortunado por haber nacido en un país (el que sea) en concreto. El perfecto borrego cree que no hay nada más grande que ser español, o chino, o ruso, o de donde quiera que haya nacido. Se siente tan orgulloso que pareciera que ha tenido alguna intervención en ello, que el evento se ha producido gracias a él.
Hay que saber reirse de uno mismo y preguntarse: ¿soy un destacado miembro del rebaño?
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