Te lo mereces

Por Elbioplanning @bioplanning

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"Nada atrae más lo que quieres que la certeza de merecimiento “

No hay frase mejor para resumir el artículo de hoy. Esta última semana he recibido algunos  correos de personas que se sienten realmente confundidas y todas por causas similares: aseguran saber exactamente qué es lo que quieren para su vida, incluso creen tener la pócima mágica para obtenerlo, pero los años pasan y aquello que sea que desean no llega. 


Cuando esto pasa hay un factor que tenemos que tener en cuenta: El deseo solo no basta. 

Lo primero que vamos a reflexionar cuando algo se nos resiste demasiado, es si en el fondo realmente creemos que nos lo merecemos. Es muy fácil decir que sí rápidamente y continuar con la queja, como si la responsabilidad esté puesta en el afuera, lo difícil es conectar con el interior de cada uno y ser sincero. Para darnos una pista te propongo plantearte: 

¿Realmente quieres eso que dices que quieres? 

¿cómo te sentirás cuando lo tengas? 
¿podrás hacerte cargo de tu deseo una vez lo consigas?
¿cómo impactará en tu vida y en tu entorno?

Si hay algún ápice de duda en alguna de estas respuestas, entonces reflexiona cerca de cómo podrías adaptarlo cuando llegue a  tu vida, cómo podría integrarse aquello nuevo que deseas en tu día a día.

Por ejemplo, en el tema de la pareja. Dices y aseguras  que quieres encontrarla, aunque pasa el tiempo y se resiste. ¿Realmente crees que te mereces vivir un amor como el que deseas? Porque si no te crees merecedora primero tu, es muy difícil que una persona de fuera sí lo crea. 

Piensa qué podría ser aquello que te frena: Tal vez tu historia familiar esté plagada de infortunios amorosos, de parejas que se ignoran, o tal vez tengas un pacto inconsciente de no "dejar solo" a alguien a quieres, por lo que mantienes alejada a todas las posibles oportunidades. 

Como ya sabrán, me cae muy bien Wayne Dyer, y hace unos años cuando salió el libro El poder de la intención fui corriendo a buscarlo. En los primeros capítulos habla sobre el merecimiento, y puso un ejemplo que me pareció absolutamente enternecedor acerca de cuando no nos sentimos merecedores de algo: una rata no se cree no merecedora de su derecho a obtener comida o a un refugio donde dormir solo por su condición de "rata", entonces ¿por que lo hacemos nosotros?

Y quiero añadir algún ejemplo más,  como siempre los niños y el mundo animal son nuestros maestros: 

¿Acaso tu gato se cuestiona su derecho a acostarse en tu sillón favorito? 

¿Un bebé se reprime las ganas de llorar cuando quiere alimentarse? 
¿un niño deja de insistir o encapricharse en  que lo lleven de paseo?

Cuando sientas que eres merecedora de tu deseo, este comenzará a tomar forma, mientras tanto si aun crees que no lo eres, busca la respuesta del porqué dentro tuyo. Recuerda que TODO está adentro, y NADA está afuera.

¡Que tengas un hermoso domingo lleno de equilibrio!

Candela