Las técnicas quirúgicas para la cirugía de la obesidad mórbida pueden dividirse en dos grupos. Por una parte, las nuevas modalidades de técnicas de abordaje que supongan una mejora en los tiempos de recuperación de los pacientes y menores secuelas estéticas, es decir, el acceso por los agujeros naturales del organismo (NOTES, en inglés), como es la vía transvaginal u oral, o bien empleando el acceso laparoscópico por una única vía de acceso ("puerto único" o SILS en inglés), normalmente a través del ombligo, no quedando cicatriz alguna. Por otra parte, la denominada cirugía metabólica, básicamente referida al tratamiento de la diabetes tipo 2 asociada a distintos grados de obesidad. "Dentro de las novedades del primer gran grupo reside la realización de técnicas endoscópicas o endoluminales, sin necesidad de acceder a través del abdomen, como es la realización de una plicatura gástrica (reducción de la capacidad del estómago) o la colocación de una prótesis endoluminal (endobarrier), a modo de una larga manga, colocada a través del endoscopio y que se fija en el duodeno", explica el doctor Rubio. "La finalidad de la primera técnica es reducir la ingestión de alimentos y con la segunda, al tener colocado una barrera artificial desde el duodeno al yeyuno, el alimento pasa a través de esta "manga" sin ponerse en contacto con las paredes del intestino, de forma que no se absorbe". Respecto a la cirugía metabólica, ya ha demostrado que puede conseguir que un paciente con diabetes llegue a prescindir del tratamiento con insulina e incluso de los antidiabéticos orales. Según el secretario de la SEEN, "se trata de un hito importante porque no sólo mejora la calidad de vida del paciente, sino que previsiblemente se reduce la posibilidad del desarrollo de todas las complicaciones crónicas asociadas a la diabetes (retinopatía, nefropatía, enfermedad cardiovascular, etc.)".