· De la energía que consume una lámpara incandescente, sólo el 15% se emplea en iluminar, el resto se convierte en calor. Al no emitir radiación ultravioleta ni infrarroja, los dispositivos LED no calientan, y alcanzan una mayor duración.
Un estudio llevado a cabo por la Agencia Internacional de la Energía determinó que la iluminación supone casi el 20% del consumo energético a nivel mundial, y es responsable del 6% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Según este organismo, el gasto energético medio que representa la iluminación en un hogar europeo es del 5%. Sustituir las antiguas bombillas por emisores LED supondría no solo reducir este consumo, sino también el gasto energético que representa la refrigeración. Sólo el 15% de la energía que consume una lámpara incandescente se emplea para iluminar, el resto se convierte en calor.