Sin embargo, lejos de ser curiosa la noticia, no lo es menos que gobiernos como el de Corea del Sur ya obliguen a fabricantes como Samsung o LG desde el pasado 13 de agosto y hasta segundo cuatrimestre de 2014 a incluir un mecanismo de destrucción remota en todos los dispositivos telefónicos que esos fabricantes pongan a la venta en el país. El mecanismo permitirá al dueño destruir de forma remota -literalmente- un smartphone robado, de tal manera que quede inservible y no pueda ser utilizado nunca más.
En definitiva, una solución drástica pero eficaz de detener el robo de teléfonos móviles y tabletas.
Fuente: Computer hoy.