«Las telas con hilo en plata y oro son un clásico, que se sigue pidiendo, pero este año han entrado con fuerza las sedas con hilo de oro rosa y los metales de color», explican en Roa Textil, en Periodista Azzati.
Estos metales de colores «han llegado sobre todo en plata azul o en plata de tono rojizo», añaden. Lógicamente como las peinetas no se tiñen de color, se combinan con plata. Como la economía no está para tirar cohetes, no son pocos los clientes que en vez de pedir seda, apuestan por rayones de calidad.
«Hay contrastes. O piden con oro rosa o metal de color, o nos piden sedas sin metales y telas ligeras», detalla Álvaro Moliner.
Precisamente, la firma sedera Vives y Marí es una de las que ha apostado este año por los metales de colores, «en cobrizo, rojizo, morado y celeste. Están teniendo gran acogida», detalla Juanvi Aznar.
Además, Vives y Marí, que ya vistió a las niñas de la corte de la fallera mayor infantil con telas rayadas, ha apostado nuevamente por esta tendencia. «Son telas rayaditas con flores más pequeñas. Se trata de reproducir las telas del siglo XVIII, cuando los ramos eran más bien pequeños», según Aznar. En cuanto a colores, destacan los berenjenas, marrones, azul noche o fucsia.
En Rafael Catalá también han sabido dar una vuelta más a la tradición y, además de las líneas de espolines y de metales, han diseñado la línea que han bautizado como 'Valencianas ligeras'. «No son dibujos nuevos, sino históricos, como siempre hacemos en esta casa, pero hemos aligerado el peso de las telas para que vayan más cómodas. Hay menos cantidad de tramas o tramas más finas y menos profusión de colores», detalla María Luisa Llorens, responsable de Indumentaria, de Rafael Catalá. Añaden que en los últimos diez años las telas y manteletas se habían recargado demasiado y la filosofía de esta línea es aligerar el traje, sin restar calidad.
También vuelve la moda de otras telas que eran menos usadas, sobre todo, damascos, brocateles o los lampazos.
En La Casa de los Falleros confirman la mayor demanda de brocateles «a dos colores. Está siendo un boom. Nos los piden en tonos berenjena, granates, botella, marinos, negros o chocolates, aunque el blanco siempre triunfa», indica Javier Niclós. También confirma esta tendencia Cristina García, de Les Falleres.
La Casa de los Falleros también ha sacado como novedad este año los trajes de faena.
Moda hombre
En cuanto a aderezos y peinetas, la plata sigue siendo la reina, aunque el oro rosa está empezando a pedirse. «Los pendientes no se llevan tanto en racimo, sino a tres o balcón, casi todo en plata», indican en joyería Arqués de Benimaclet. «Los baños en oro rosa se empiezan a vender, pero se tiende más hacia la plata envejecida. Y nos solicitan bastantes aderezos sin perlas, con cristal blanco o de color», indica Jesús Almenara, de Las Ollas. En cuanto a peinetas, las de flor de agua se demandan bastante.
Pero si hablamos de joyas, es obligado mencionar a Marian Yanes, que crea diseños nuevos tras bucear en la historia y tradiciones valencianas. «En joyería, para la indumentaria valenciana, se demanda plata dorada o el oro amarillo y el año pasado entraron los metales cobrizos y la plata rosa. Pero lo que más piden es la plata envejecida». Marian explica que en sus nuevos diseños de pendientes y joies no usa «racimos ni balcones, que no eran típicos de la época, sino joies de una sola pieza, o las que son de una sola pieza pero cuelga una cruz. Ponemos piedras de color: rubí, esmeralda, topacio o amatistas, dependiendo de la tela. Y también he creado un aderezo con forma de lazo con plata vieja y perlas y que lleva colgando una medalla de la Virgen con perlas», añade Marian Yanes.
Fuente: Las Provincias