Se inicia con este post una nueva etapa en la que a partir de ahora son bienvenidos a firmar en este blog aquellos profesionales del sector sanitario que quieran enviarnos sus artículos originales. El primero en estrenar esta nueva modalidad de FIRMA INVITADA es nuestro buen amigo Rafael López, director general de la empresa MEED Comunicación, un experto en marketing farmacéutico y comunicación científica.
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Tendencias en aplicaciones móviles para la salud
Las aplicaciones para dispositivos móviles en el campo de la salud será uno de los ámbitos más dinámicos en los próximos años, no sólo desde el punto de vista de software, sino también del hardware. La consultora Gartner publicó recientemente las 10 tendencias en aplicaciones móviles que imperarán en el 2012 y en el quinto puesto figuraba la “Monitorización de la salud”. Aunque desde un punto de vista clínico suene algo ambiguo, se asume que con ese término se hace referencia a soluciones que evalúan de forma continua ciertas variables orgánicas y que, además, cuentan con acceso remoto a servicios asistenciales para asegurar un abordaje proactivo en el manejo clínico de ciertas enfermedades, especialmente las crónicas, aunque no sólo ellas. Es decir, que los desarrollos en este campo no se limitarán a registrar datos, sino que permitirán la toma de decisiones clínicas remotas en función de ellos. Se trata de de un cambio de paradigma en la dinámica asistencial: la visita al médico/hospital ya no se producirá de forma eventual y pautada por el sistema, sino sólo como resultado de una alteración significativa en el proceso de evaluación continuada. Aunque sea prematuro aventurar este cambio a corto plazo de forma generalizada en el sistema de salud, hay iniciativas interesantes en ciertas patologías que cuentan con umbrales de decisión claramente establecidos en variables clínicas, como el nivel de glucemia plasmática en la diabetes o el valor de presión arterial en la hipertensión.
La situación actual pasa por una auténtica eclosión de nuevas aplicaciones en salud desarrolladas para el uso en smartphones y tabletas, principalmente en el sistema operativo de Apple (iPad/iPhone). En la tienda de aplicaciones de Apple -la única que por volumen actual sirve para extraer datos consistentes sobre tendencias-, las que ocupan un puesto preferente en la categoría de Medicina, atendiendo al número de descargas, son: clinimétricas (miden variables clínicas para el cálculo de índices útiles en el diagnóstico y/o seguimiento de los pacientes), de consulta (atlas anatómicos, glosarios y diccionarios) y pedagógicas (ilustraciones e infografía de procesos patológicos y consejos útiles a pacientes). Aunque entre ellas hay un valor diferencial en cuanto a innovación, en su conjunto producen un impacto relativo en los consumidores y tienen un potencial modesto como generador de ingresos recurrentes. Todo ello hace pensar en que son iniciativas orientadas al posicionamiento en el medio a la espera de ver cuál será realmente las tendencias imperantes en los próximos meses.
Aparte de la conectividad, una tableta o un smartphone es un dispositivo perfectamente capaz de gestionar tres capacidades muy importantes en la comunicación sanitaria: referencias (conocimiento), alertas (decisiones) y registros (integración de datos). Sobre esta capa hay que desarrollar las habilidades logísticas de la aplicación, para asegurar su usabilidad y la confidencialidad; la capa médica, que asegure eficacia y especificidad; y, por último, la capa creativa. La adecuada integración de todas ellas es un factor de éxito importante a la hora de diseñar aplicaciones en el campo de la salud.
Como norma básica, creo que las aplicaciones que vayan encaminadas a facilitar procesos en la consulta (ámbito del médico) y a mejorar la adherencia al tratamiento (ámbito del paciente), serán las más apreciadas hasta que se generalicen otros desarrollos más complejos que incluyan también innovaciones de hardware y que permitan realmente una monitorización continua de la salud de los individuos.
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