Tendencias personales: ¿lo familiar o lo nuevo?

Por Valedeoro @valedeoro

¿Tienes un restaurante favorito? ¿Pides siempre lo mismo o prefieres probar algo nuevo cada vez que vas? ¿Eres de los que repiten el destino de vacaciones o prefieres descubrir un nuevo destino cada vez que puedas? ¿Cuándo fue la última vez que re-decoraste la casa? ¿Qué tan importante es para ti la tradición de navidad de tu familia en comparación con lo que ha propuesto tu pareja en las últimas fiestas? ¿Te parece absurdo lo que hacen los demás? ¿O te parece absurdo que siempre se haga lo mismo?

No te equivoques, culturalmente se premia lo nuevo, lo moderno, lo nunca antes visto. Parece que lo nuevos retos, los viajes a lugares incógnitas y el modelo más reciente del cacharro de turno sean "mejores" que lo que ya conoces. Por lo tanto una preferencia por lo familiar a veces se trata con cierto desprecio, como si confiar en lo que siempre ha funcionado fuera una actitud deficiente en un mundo hiperacelerado.

Al mismo tiempo se puede argumentar que el aprecio de lo familiar, de lo conocido demuestra la actitud realista de alguien que se conoce a si mismo. Sí yo sé quién soy y lo que me gusta no hace falta que me reinvente a cada oportunidad - a no ser que realmente hace falta.

Aceptando tu propia curiosidad - a lo grande o en los detalles

Al fin y al cabo se trata de preferencias sin que una u otra tendencia sea mejor o peor. Aún así, es imprescindible que sepas cuál es tu preferencia personal. Lo nuevo y lo familiar son dos características opuestas que se manifiestan muy a menudo en tu día a día, especialmente cuando empiezas a planificar - proyectos, tu trabajo, las vacaciones, la lista de compras. Casi cada decisión - desde la pasta de dientes por el color de la pared en el nuevo piso hasta el posgrado que quieres cursar están profundamente influenciados por estas dos vertientes, y por experiencia te digo que no siempre escogerás lo que se ajuste mejor a ti.

Un ejemplo son los viajes: parece que es un deseo universal, el de "quiero viajar más". Todo el mundo sueña con descubrir el mundo, conocer los rincones más escondidos de la tierra y vivir en su propia piel el encanto de otras culturas. Decenas de programas de televisión se basan en este sueño "universal", que además mueve una industria millonaria de agentes de viaje, aerolíneas y opciones de hospedaje.

Nadie habla de aquellas personas que prefieren ir cada verano al mismo camping/hotel para encontrarse con las mismas personas como si de una segunda casa se tratara. Nadie diría en voz alta que prefiere México a Tanzanía, porque por lo menos entiende el idioma. Nadie reconoce que el acto físico de desplazarse le parece desproporcionado considerando que simplemente puede ir al restaurante tailandés a la vuelta de la esquina.

Soluciones para la convivencia con personas de la tendencia opuesta

Una de mis mejores amigas es casi alérgica a los cambios y a lo nuevo. En su mundo ideal cada día tiene su ropa y su comida preestablecida y de preferencia sólo llueve en días pre-asignados. Ella es la viva imagen de la estabilidad, y aún así hemos conseguido crear nuestra tradición de probar nuevos restaurantes. Cada segundo martes nos atrevemos a probar un nuevo lugar - siempre en el mismo horario y con las mismas asistentes (nosotras dos - sin parejas). A mi me hace ilusión de que sean nuevos restaurantes, a ella le hace ilusión de que puede marcar las citas hasta el 2027 y más allá.

También tengo la impresión de que estas preferencias pueden cambiar, o quizás se pueden matizar más. Hace unos años cualquier excusa para viajar me iba bien. Me daba igual hacia donde y por tanto tiempo. Hoy en día reflexiona más sobre a donde quiero que me lleve el viento y a veces decido (más o menos consciente) de ignorar la opción de viajar a algún lugar saboreando un fin de semana tranquilo en casa.

¿Cuál es tu tendencia personal?

[Esta entrada es parte de una serie sobre tus tendencias personales que tendrás que tomar en cuenta si quieres crear una vida que se ajusta a tus necesidades y sueños. Es fácil caer en la tentación de copiar a tus ídolos y héroes sin asegurarte primero de que lo que ellos hacen encaja contigo. Mejor que conoces tus propias preferencias, más fácil te será adaptar lo que te sirve y descartar lo que no va contigo. ¿Te atreves?]