Los investigadores analizaron los registros sobre la altura y el peso de los pacientes en las décadas anteriores y descubrieron que las personas que tuvieron sobrepeso durante la mediana edad tienen un riesgo un 80% mayor que el resto de padecer demencia posteriormente. Y aquellas personas que tenían un índice de masa corporal de 30 o más, es decir, las que padecían obesidad, tenían cerca de cuatro veces más riesgo de sufrir estas dolencias en su vida futura.
Los resultados del estudio contribuyen a evidenciar que controlar el peso o perderlo en la mediana edad podría reducir el riesgo de demencia. Los doctores aseguran que un estilo de vida saludable puede ayudar a reducir el riesgo de pérdida de facultades mentales.