¿Tengo depresión?

Por Yolanda Pérez @psicolunablog

Hace pocos días se ha celebrado el Día Mundial de la lucha contra la  Depresión.

Cuántas veces a lo largo de nuestra vida oímos esta palabra o nos identificamos con la sintomatología que la describe!

Sin duda se puede decir que es una enfermedad muy común en nuestro tiempo. Según la OMS, :

  • afecta a más de 350 millones de personas en el mundo.
  • es una de las primeras causas de discapacidad
  • se presenta en mayor porcentaje en mujeres que en hombres
  • su padecimiento puede llevar al suicidio
  • en la actualidad existen diversos métodos para su tratamiento.

Pero, ¿cómo puedo saber si tengo depresión?

La sintomatología depresiva se  expresa en varias áreas

  1. La afectividad

2. El comportamiento y  las relaciones interpersonales

  1. El pensamiento

 Todo esto  cristaliza en una tendencia negativa sobre uno/a mismo/a, el mundo y el futuro (Tríada Depresiva)

Exiten diversas formas de depresión según su gravedad, que abarcarían desde el trastorno depresivo mayor hasta la distimia.

En cualquier caso, son varios los síntomas que pueden alertarnos de la existencia de una problemática relacionada con nuestros afectos

  1. Tristeza: emoción que tiene su origen en el sentimiento de pérdida de algo, ya sea esto real o imaginario.
  2. Dificultades para disfrutar de la vida cotidiana, de placeres que antes nos generaban bienestar.
  3. Falta de motivación, desesperanza, apatía, desinterés
  4. Insomnio o hipersomnia
  5. Fatiga, pérdida de energía
  6. Agitación
  7. Sentimientos de culpa
  8. Dificultades de concentración o de llevar a cabo tareas rutinarias
  9. Ideación suicida[youtubehttps://www.youtube.com/watch?v=d4S6rYIGXNc&w=420&h=315]

La teraia cognitivo- conductual, es uno de los tratamientos más utilizados para el abordaje de la depresión. Su validez y eficacia están avalados por múltiples estudios comparativos con otras terapias, entre ellas la farmacológica.

A través de la intervención cognitivo conductual, se aborda la tríada depresiva, buscando una evaluación de la realidad más ajustada y menos dañina para la persona.

La intervención conductual buscará la activación como forma de romper el círculo vicioso que la apatía y falta de interés nos genera (a menos energía- menos interés- menos opción a experiencias positivas- mayor sensación de abatimiento y falta de esperanza).

Detectar que nuestro estado de ánimo se mantiene especialmente bajo en comparación con otros momentos, es el punto de partida para cuestionarnos si la causa puede estar en una depresión.

El inicio de un tratamiento no basado unicamente en antidepresivos fortalezerá nuestro psiquismo  y nos ayudará a mantener el buen tono afectivo de una manera estable y duradera.

Yolanda Pérez