Terapia breve estratégica

Por Psipositivo @Psi_Positivo

Cada equis tiempo en Psicología salen diferentes tipos de terapia que suponen un avance respecto a otras previas, así como mejoras. La Terapia Breve Estratégica es un modelo de intervención psicológica que nace hacia los años 70 como una gradual evolución del modelo Familiar Sistémico. Fue creado por el italiano Giorgio Nardone y su mentor Paul Watzlawick (2007), estructurándose paulatinamente como una perspectiva teórico-aplicativa autónoma.

Plantea que cada persona es un Sistema Perceptivo Reactivo, es decir, que todos tenemos modalidades de percepción y reacción en nuestra relación con la realidad, entendida como la relación de cada persona consigo misma, con los demás y con el mundo.

En este orden de ideas, se parte del supuesto que los seres humanos somos sistemas en constante interrelación tanto con nosotros mismos, como con otros sistemas. Por tal motivo, vivimos y funcionamos dentro de una causalidad circular y no linear. En otras palabras, cada una de estas variables funciona en virtud de las demás, por lo que cada elemento dentro de un sistema emite y simultáneamente recibe información. De ahí nace el concepto del feedback.

Con base en lo anterior, la terapia estratégica se focaliza en la manera cómo funciona y persiste un problema, más que en por qué se formó. Esto ha llevado a que dicho modelo se estructure sobre lo que Nardone denomina investigación-intervención. Por tal motivo es que desde la Estratégica, se cambia para conocer, no se conoce para cambiar.

En concreto, el trabajo de un terapeuta estratégico empieza por identificar en manera clara cuáles han sido las soluciones intentadas  de los pacientes en su intento por solucionar su problema. Paradójicamente son justamente estas soluciones intentadas las que, más que resolverlo, lo complican y lo mantienen, pues se convierten en modelos redundantes de interacción disfuncional. En otras palabras, las personas ante un problema tienden a repetir los mismos comportamientos creyendo que así, llegará el momento en el que encontrarán la solución. De lo que no son conscientes es que si el problema no se está solucionando, es necesario introducir un cambio, cambio que les es imposible ver justamente porque están metidos dentro del problema. Es por eso que el problema existe en virtud de lo que se ha hecho para solucionarlo.

Una vez que se identifican dichas soluciones intentadas, el terapeuta empieza a introducir pequeños grandes cambios en el Sistema Perceptivo Reactivo del consultante. Esto con el fin de sustituir una creencia disfuncional –que es la que mantiene el problema-, por una creencia funcional.

Sin embargo, el arte de este trabajo está en que el terapeuta sea capaz de introducir dichos cambios logrando que el efecto de los mismos pase inadvertido, es decir, que el cambio se produzca y sea percibido por el consultante como una inclinación natural de los acontecimientos. De esta manera, el terapeuta logra manejar la natural resistencia al cambio del consultante, pues aunque la mayoría de las personas que buscan una terapia lo hacen porque quieren cambiar, al momento de hacerlo es difícil pues todo cambio genera miedo y el miedo, genera resistencia.

Personalmente, la considero una buena alternativa terapeutica, habiendo incorporado algunas de sus técnicas y ejercicios, siendo perfectamente compatible con la Psicología Positiva y con la terapia cognitivo conductual.

Antoni Martínez. Psicología en Positivo.