Terapia de juego cognitivo conductual

Por J.k. Pérez

La terapia de juego cognitivo-conductual es apropiada para niños de preescolar y primaria. Le da importancia a la participación personal del niño en la terapia y considera aspectos de control, dominio y responsabilidad con los que el menor es capaz de modificar su propio comportamiento siendo un participante activo en el cambio. El terapeuta facilita la participación del niño en la terapia presentando intervenciones apropiadas en términos de desarrollo, siendo esencial contemplar la edad del menor para  introducir intervenciones conductuales y cognitivas.

En la mayor parte de los casos infantiles, los niños incorporan su experiencia de vida en su pensamiento y con ayuda del discurso de padres e hijo, consiguen integrar un aprendizaje adaptativo o inadaptativo, que en el caso de acudir a terapia, se busca que mediante actividades individuales los padres favorezcan su relación con su hijo (a) y el desarrollo del menor.  Por ejemplo: una niña que tiene dificultades para  seguir órdenes, con su aseo personal y realizar tareas escolares, un tiempo después sus padres se separan, ella podría considerar que su papá se fue como consecuencia de su comportamiento, siendo la labor del terapeuta ayudar tanto a los papás como a la niña a que identifique y diferencien los problemas familiares y los personales, como un recurso de afrontamiento, para que la menor pueda considerar: “Mis padres no se llevaban bien. Papá no se fue por mi comportamiento, se fue por qué él y mamá peleaban mucho”), para que la niña tenga un pensamiento y comportamiento adaptativo.

Es el juego el medio que le permite a los niños de corta edad poder expresar con mayor facilidad y claridad sus problemáticas, al terapeuta le permite la comprensión de las situaciones del infante,siendo  una herramienta para detectar conductas que le permitan sentir un control sobre lo que le sucede. En algunas ocasiones el tratamiento  se da fuera del cuarto de juego o consultorio, lo cual sucede en niños que presentan ansiedades específicas y se trabajan mejor en vivo. Para estos niños el tratamiento puede darse en un entorno lo más parecido a la situación temida, para que las reacciones que se generen propicien un aprendizaje adaptativo.

Uno de los objetivos principales que persigue la terapia de juego cognitivo conductual es el establecimiento de metas  del niño y de la familia, donde se busca ayudar al niño a acercarse y lograrlas, por lo cual se hace un monitoreo constante de los avances y retrocesos que se puedan generarse.

La participación de los padres y otrosadultos significativos para el tratamiento del niño es una parte esencial y característica de este tipo de psicoterapia, lo cual se llega a acordar con el terapeuta en relación a la evaluación inicial que se realiza del funcionamiento del niño, para generar con los padres el tratamiento adecuado para el menor, que puede considerar el empleo de la terapia de juego para el niño, trabajo con los padres o una combinación de ambos. Donde se tiene que delimitar si los padres necesitaran asesoramiento y acompañamiento para desarrollar habilidades que les permita modificar sus interacciones con su hijo (a) y si el menor necesitara un programa de tratamiento fuera de la terapia.

El trabajo principal se realiza con el niño en la terapia de juego, aunque de manera periódica el terapeuta se reúne con los padres, para tener un informe acerca del niño, supervisar la interacción entre los padres con su hijo, como trabajando en ámbitos de interés para los padres, apoyándolos en instrumentar estrategias de manejo del niño apropiadas en casa y espacios públicos, como también brindando información relacionada a temas específicos de interés (desarrollo infantil y/o adolescente, expectativas entorno a las edades, acerca de un diagnóstico específico, etc).

Se ha utilizado con éxito la terapia de juego cognitivo conductual en diversas poblaciones infantiles, con diagnósticos como mutismo selectivo, encopresis, ansiedad por separación y fobias, como con niños que han experimentado sucesos de vida traumáticos, como divorcio y abuso sexual. Las poblaciones de niños que son susceptibles de beneficiarse de la terapia de juego se encuentran los niños con dificultades de control, ansiosos,  deprimidos y quienes han sido objeto de maltrato, como quienes necesitan aprender habilidades de afrontamiento más adaptativas o cuya participación personal directa en el tratamiento es un requisito importante.

A otros niños se les puede tratar mejor en forma indirecta por medio de los padres, enseñándoles las habilidades de manejo infantil que mejor se adaptan a su estilo de crianza.

Los niños que presentan una psicopatología significativa podrían beneficiarse de la terapia de juego cognitivo conductual en combinación de una terapia familiar o con una individual para cada uno o ambos padres.

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Psic. Ana Cristina Díaz Garrido

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