Terapia hormonal a largo plazo para mujeres perimenopáusicas y posmenopáusicas.

Por Edogallegos @geriatriachile

Antecedentes: La terapia hormonal (TH) se utiliza ampliamente para controlar los síntomas menopáusicos y también se ha utilizado para tratar y prevenir las enfermedades cardiovasculares, la osteoporosis y la demencia en mujeres mayores. Ésta es una actualización de una revisión Cochrane publicada por primera vez en 2005.

Objetivos: Evaluar los efectos de la TH a largo plazo sobre la mortalidad, resultados cardiovasculares, cáncer, colecistopatía, fracturas, función cognitiva y calidad de vida en mujeres perimenopáusicas y posmenopáusicas durante la TH y después de la interrupción de la TH.

Métodos de búsqueda: Se realizaron búsquedas en las siguientes bases de datos hasta febrero de 2012: el Registro de ensayos del Grupo Cochrane de Trastornos Menstruales y Subfertilidad (Cochrane Menstrual Disorders and Subfertility Group), el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (CENTRAL), MEDLINE, EMBASE y PsycINFO.

Criterios de selección: Se incluyeron estudios aleatorios doble ciego de TH versus placebo con una duración mínima de un año en mujeres perimenopáusicas o posmenopáusicas. La TH incluyó estrógenos, con o sin progestágenos, por vía oral, transdérmica, subcutánea o intranasal.

Obtención y análisis de los datos: 2 revisores evaluaron de forma independiente la calidad de los estudios y extrajeron los datos. Se calcularon los cocientes de riesgos (CR) de los datos dicotómicos y las diferencias de medias de los datos continuos (DM) con intervalos de confianza (IC) del 95%. Cuando los resultados fueron estadísticamente significativos se calculó el riesgo absoluto (RA) del grupo de intervención (el riesgo general de un evento en mujeres que reciben TH).

Resultados principales: Se incluyeron 23 estudios con 42.830 mujeres. El 70% de los datos se obtuvo de dos estudios (WHI 1998 y HERS 1998). En su mayoría las participantes fueron mujeres estadounidenses posmenopáusicas con al menos un grado de comorbilidad y la media de edad de las participantes en los estudios fue más de 60 años. Ninguno de los estudios se centró en mujeres perimenopáusicas. En las mujeres posmenopáusicas relativamente sanas (generalmente con buen estado, sin enfermedad evidente) la TH combinada continua aumentó significativamente el riesgo de un evento coronario (después de un año de tratamiento: RA 4 por 1000; IC 95%: 3 a 7), tromboembolia venosa (después de un año de tratamiento: RA 7 por 1000; IC 95%: 4 a 11), accidente cerebrovascular (después de tres años de tratamiento: RA 18 por 1000; IC 95%: 14 a 23), cáncer de mama (después de 5,6 años de tratamiento: RA 23 por 1000; IC 95%: 19 a 29), colecistopatía (después de 5,6 años de tratamiento: RA 27 por 1000; IC 95%: 21 a 34) y muerte por cáncer de pulmón (después de 5,6 años de tratamiento más 2,4 años adicionales de seguimiento: RA 9 por 1000; IC 95%: 6 a 13). La TH con estrógeno solo aumentó significativamente el riesgo de tromboembolia venosa (después de uno a dos años de tratamiento: RA 5 por 1000; IC 95%: 2 a 10; después de siete años de tratamiento: RA 21 por 1000; IC 95%: 16 a 28), accidente cerebrovascular (después de siete años de tratamiento: RA 32 por 1000; IC 95%: 25 a 40) y colecistopatía (después de siete años de tratamiento: RA 45 por 1000; IC 95%: 36 a 57), aunque no aumentó significativamente el riesgo de cáncer de mama. Entre las mujeres de 65 años de edad o más que eran relativamente sanas y que se trataban con TH combinada continua hubo un aumento estadísticamente significativo en la incidencia de demencia (después de cuatro años de tratamiento: RA 18 por 1000; IC 95%: 11 a 30). Entre las mujeres con enfermedad cardiovascular, el tratamiento a largo plazo con TH combinada continua aumentó significativamente el riesgo de tromboembolia venosa (al año: RA 9 por 1000; IC 95%: 3 a 29). Las mujeres tratadas con TH tuvieron una reducción significativa en la incidencia de fracturas con la administración a largo plazo (después de 5,6 años de TH combinada: RA 86 por 1000; IC 95%: 79 a 84; después de 7,1 años de administración de TH con estrógeno solo: RA 102 por 1000; IC 95%: 91 a 112). El riesgo de fracturas fue el único resultado para el cual hubo pruebas sólidas de un beneficio clínico con la TH. No hubo pruebas sólidas de que la TH tenga una repercusión clínicamente significativa sobre la incidencia de cáncer colorrectal.

Un ensayo analizó subgrupos de 2.839 mujeres relativamente sanas entre 50 y 59 de años de edad tratadas con TH combinada continua y 1.637 con TH con estrógeno solo versus grupos placebo con tamaños similares. El único aumento significativo del riesgo que se informó fue el de tromboembolia venosa en mujeres con TH combinada continua: el riesgo absoluto permaneció bajo, en menos de 1/500. Sin embargo, no se pueden descartar otras diferencias en el riesgo ya que este estudio no se diseñó con un poder estadístico capaz de detectar diferencias entre grupos de mujeres en el transcurso de diez años después de la menopausia.

Conclusiones de los autores: La TH no se indica para la prevención primaria ni secundaria de las enfermedades cardiovasculares ni la demencia, ni para prevenir el deterioro de la función cognitiva en mujeres posmenopáusicas. Aunque la TH se considera efectiva para prevenir la osteoporosis posmenopáusica generalmente se recomienda como una opción para las mujeres con un riesgo significativo, para quienes los tratamientos no estrogénicos no sean apropiados. No hay datos suficientes para evaluar el riesgo de la TH a largo plazo en mujeres perimenopáusicas o posmenopáusicas menores de 50 años de edad.

Marjoribanks J, Farquhar C, Roberts H, Lethaby A. Long term hormone therapy for perimenopausal and postmenopausal women. Cochrane Database of Systematic Reviews 2012, Issue 7. Art. No.: CD004143.