Tercermundibilidad

Menudo revuelo con esto del Ébola, como si lo acabaran de descubrir, y lleva matando africanos ni se sabe los años. Aquí encuentro yo un buen ejemplo para explicar la diferencia entre el ser y el estar. La mortífera fiebre en cuestión “es” hace mucho tiempo pero ahora “está” por aquí, entre nosotros… aquellos que, tal y como están distribuidas las cosas, además de estar como los pobres africanos, somos, somos y podemos aspirar a ser personas de pleno derecho.Qué escándalo solo porque se ha infectado uno de los nuestros, ¿el primero? He decidido sentarme a escribir esto por establecer una analogía entre esa enfermedad y la enfermedad más conocida llamada miseria, y no solo miseria económica sino miseria vital, como algo más amplio; pues es la que comprende el abrigo, el alimento, la vivienda, pero también lo emocional, lo intelectual, lo cultural, el ser… ¡todo! Esa es una buena fiebre de la que nos va subiendo la temperatura un poco a todos. ¿Cual será el riesgo de propagación de ese virus de fabricación humana y cuántos estarán ya infectados? ¡Somos tercermundibles!, nos afectan sus enfermedades.
Nos creíamos inmunes a su miseria manteniéndolos tan lejos, controlados, integrados o diminutos en la pantalla del televisor. Han saltado las alarmas, somos mortales como ellos. Incluso los americanos, que han tenido un caso de contagio también. La torpeza deja de ser patrimonio exclusivo nuestro. Que a quién se le habrá ocurrido traer al español infectado sin tener lugares ni protocolos adecuados; alguien además tan mayor y tan enfermo, para curarle no podía ser. No digo que esté mal preocuparse tanto por un compatriota, pero se podía haber hecho lo mismo in situ, lo mismo y mejor. Por qué interesará marearnos así, que parece que todo el resto de las preocupaciones y los problemas quedasen suspendidos, pendientes del virus también. Alguien estará aprovechando el despiste, ya lo sabremos cuando no tenga remedio.Ahora que se ha contagiado el norteamericano se queda uno más tranquilo pensando que aquellos reaccionarán mejor y más rápido. Aunque bien es sabido por las películas que cualquier fin del mundo que se precie es allí donde comienza.
Socoooorro, o casi mejor, Help!