Pasarela
Ayer terminó la esperadísima Settimana della Moda de Milán, uno de los eventos ineludibles de año para la ciudad que la transforma durante 7 días.
Como han estado mis amigos este fin de semana por aquí, tuve la oportunidad de visitar el centro y en este periodo fashion os aseguro que la ciudad cambia. El centro se llena más de lo normal, la gente va arreglada como nunca (para bien y para mal, que siempre ha habido mucho hortera suelta por el mundo) y hay carpas, eventos, posters… por muchos rincones turísticos de la ciudad. Las modelos esqueléticas y altísimas, la prensa, los pósters, los sets de maquillaje en mitad de la calle, las largas alfombras… todo se prepara para los distintos actos que presenta Milán durante su semana de la moda.
Evento en tienda
Organizada por la Camera Nazionale della Moda Italiana, la Fashion Week lleva celebrándose en Milán desde el año 1958 y es la tercera en el mundo por importancia después de París y Nueva York. Se celebra dos veces al año y va justo después de la Pasarela de Madrid y justo antes de la Fashion Week de la capital francesa. Como cada año, febrero y septiembre son los meses elegidos para presentar las colecciones de los más importantes diseñadores y normalmente estas tienen lugar en Fiera di Milano, aunque algún año su ubicación ha sido variada.
Este año al parecer hemos tenido a la mismísima Kate Moss, entre muchas otras celebrities, dejándose ver por algún desfile y las fiestas seguramente hayan sido legendarias. Pero como todo lo bueno, al final acaba, y ahora todos los del mundillo ponen sus ojos en la elegante París para continuar con las pasarelas.
Sentirse modelo por un día
Al resto de mortales, después de haber disfrutado de las pasarelas improvisadas en la calle en forma de modelo-amateur, dejad de sentirnos unas gordis después de ver tanta concentración de mujeres-bicho-palo por todas partes en la ciudad. Vuelve la normalidad a la ciudad