Termoterapia

Por Gabriel Giner @esaludcom

La termoterapia es la aplicación de una energía térmica con una finalidad terapéutica. La podemos utilizar de forma directa o bien indirectamente, por medio de otras energías que en el interior del organismo se transforman en calor.

¿Qué acciones provoca el calor en nuestro cuerpo?

El rango de temperatura ideal para conseguir efectos beneficiosos es de 40-45ºC, por encima de ella podemos ocasionar daño en los tejidos y por debajo no obtendremos ningún efecto terapéutico.

  • Al contrario que el frío, el calor produce una vasodilatación y con eso se permite una llegada de sangre a la zona afectada que va a traer consigo el oxígeno y los nutrientes necesarios para que ese tejido pueda ser reparado. Por cada 10ºC de temperatura que incrementemos, la actividad del tejido aumenta 2 ó 3 veces. Esta acción reparadora permite la cicatrización de los tejidos. Nunca deberá aplicarse, entonces, en una hemorragia. Es muy importante mantener la temperatura del resto del cuerpo constante (36-37ºC) y que sólo la de la zona a tratar sea elevada.
  • Tiene efecto antiinflamatorio una vez que la inflamación se ha establecido pero nunca antes, pues si ponemos calor en el momento de la lesión lo único que estaremos produciendo es una mayor inflamación.
  • Sobre el músculo provoca una relajación y disminuye el dolor. Así en caso de espasmo muscular, contractura o tensión muscular acumulada el calor nos regala una sensación de bienestar muy agradable. Como tiene efecto sedante, va a disminuir la fuerza y la resistencia muscular, por eso las altas temperaturas no son buenas para realizar ejercicio físico.
  • Sobre el corazón se produce un aumento de la frecuencia cardíaca y una caída de la tensión arterial si una persona está expuesta mucho tiempo al sol o a ambientes muy concentrados.
  • Aumenta el ritmo de la respiración y la sudoración.

Tipos de termoterapia

La termoterapia se divide en superficial y profunda según sea el alcance del calor en el organismo. La termoterapia profunda consiste en la aplicación de unos aparatos llamados de onda corta, microondas y ultrasonidos, y queda descrita en el capítulo de electroterapia. Por tanto aquí nos vamos a centrar en la termoterapia superficial.

Metodología empleada en la termoterapia

En primer lugar destacamos los medios sólidos, líquidos, semilíquidos y gaseosos y después hablaremos de la radiación solar.

Medios sólidos

  • Manta eléctrica
  • Envolturas secas como, por ejemplo, sábanas o toallas que han sido previamente calentadas.
  • Hot-pack: bolsa que es calentada y guarda muy bien el calor. Hay que envolverlas en una funda para no provocar quemaduras. Son reutilizables. Esta misma bolsa si, en vez de calentarse se congela, va a producir frío.
  • Bolsas que contienen sustancias químicas que al ponerse en contacto entre ellas se calientan mucho y se endurecen. Existen de varios tamaños pero tienen las desventajas de que no son reutilizables y su precio es elevado.
  • Arena de playa calentada a 40-45ºC, con ella se envuelve la zona a tratar con una capa de unos 20 cm.

Medios semilíquidos

Son mezcla de un líquido y otra sustancia.

  • Peloides: mezcla de sustancias orgánicas o inorgánicas con agua mineromedicinal. Son: fangos o lodos, limos, turbas, biogleas.
    Se aplica sobre la zona a tratar. Su uso está más extendido en balnearios. La temperatura de aplicación es de 38-40ºC durante 15-30 minutos.
  • Parafina: sustancia que es derretida en un fundidor que la mantiene a una temperatura de fusión, que para la parafina es de 52-54ºC. Es un agente rápido y barato, además se puede reutilizar muchas veces. Se aplica con mucha frecuencia en las manos y los pies pero también en la espalda ayudándonos de una brocha para poder extenderla.
  • Parafangos: mezcla de parafina y fango. Está ya comercializado y es lo que más se utiliza en el servicio de fisioterapia de los hospitales.

Medios gaseosos

Son los menos utilizados en tratamientos. Se distinguen:

  • Baño húmedo: baño turco o sauna.
  • Aire seco: aparto que emite un chorro de aire seco que calentará un segmento del cuerpo. Se utiliza fundamentalmente para quemaduras, cicatrices, edemas y dolor de las extremidades.

Medios líquidos

Es la hidroterapia, con agua a más de 37ºC.

Radiación solar:

  • Radiación ultravioleta: no tiene efecto calorífico, así que no se utiliza para tratamientos. Son los rayos del sol que nos proporcionan una coloración rojiza y posterior bronceado cuando nos exponemos a él. Sirve también para esterilizar material de quirófano.
  • Radiación infrarroja: constituye el 50-60% de la radiación que nos envía el sol.

Es la responsable del efecto calorífico cuando estamos expuestos al sol. Se puede reproducir artificialmente con unas lámparas, cuyo alcance depende de la longitud de onda, pero no supera los 10mm. La lámpara se suele colocar a 50-60cm de la persona. A medida que la acercamos, mayor intensidad. La dosis se regula por el tiempo de exposición y por la distancia, la máquina no tiene regulador de potencia. Si colocamos la lámpara muy cerca podemos provocar una quemadura. Nunca se debe radiar la zona de los ojos, si se radia la cara es mejor colocarse unas gafas de sol.

¿Qué profundidad alcanza cada técnica?

Hot pack -> 2-5mm
Hidroterapia -> 2-5mm
Parafina -> 2-5mm
Aire seco -> 2-5mm
Infrarrojo luminoso -> 5mm-1cm

Indicaciones y contraindicaciones

Indicaciones para la termoterapia

  • Sobre el aparato locomotor cuando éste curse con inflamación (músculos, huesos, articulaciones, ligamentos y tendones) nunca se aplicará en fase aguda. Estará indicado en casos de secuelas de traumatismos, artrosis, artritis, contracturas, espasmos musculares, tendinitis, miositis…
  • En la irritación de algún nervio: neuritis o neuralgias.
  • Se utiliza también en afecciones del aparato digestivo, como los cólicos y del aparato respiratorio, como son las bronquiectasias y las laringitis.

Contraindicaciones para le termoterapia

Por las consecuencias que de él se derivan, hay situaciones en las que está prohibido usar el calor:

  • Zonas que tengan poca sensibilidad, porque la persona podría estar quemándose y no darse cuenta.
  • Traumatismos recientes, con inflamación, derrames.
  • Hemorragias.
  • Tumores, porque podemos provocar que el tumor se extienda hacia otras partes del cuerpo.
  • Artritis en fase aguda.
  • Personas con cardiopatías descompensadas o con insuficiencia respiratoria grave.
  • Infecciones: por ejemplo, la fiebre.
  • Cuando el nivel de conciencia sea bajo.
  • En personas depresivas un tratamiento prolongado con termoterapia puede hacerles caer en estados depresivos.

El calor es una fuente de energía que nos proporciona efectos muy beneficiosos pero hemos de conocer las situaciones en que no se puede usar porque agravaríamos el proceso.