Sí que tengo siempre “localizados” al grupo de blogueros nacido en Málaga, aunque no todos son malagueños de nacimiento, sí que de corazón y unidos por una pasión: la cocina. Somos (y aunque no suelo reunirme con ellos a los muchísimos eventos que suelen realizar, me considero una más del grupo), 32 amigos que, sobre todo a través de la red, publicamos y divulgamos nuestra experiencia culinaria.
A ésta unión virtual y personal, de amistad, con un fuerte lazo de unión: la gastronomía…le pusieron un nombre: " PIPIRRANA "
Comencé a hablar o mejor dicho a escribir sobre sus blogs en Mi cocina, se quedaron algunos atrás, aún en mi mente y en el tintero de mi teclado, no lo hice con todos ya que el grupo fue creciendo.
Pero nunca es tarde y siempre surge la oportunidad, como en ésta ocasión, hoy dedico ésta entrada a un cocinero joven, creativo, que enseña una cocina muy actual y a la vez tradicional.
La primera vez que escuche el nombre de su blog fue gracias a mi hijo que coincidió con él en Marbella, invitado a un almuerzo en su restaurante por Dani Garcia; con el tiempo, se unió a “Pipirrana” y así fui conociendo al autor de Cucharón y paso atrás...
Hace unos días volvió de un larguísimo viaje de dos meses por Oriente: Japón, Corea, China….una experiencia única que con toda probabilidad dejará marcada en tinta sus recuerdos, su aprendizaje gastronómico, sus recetas orientales, sin dejar atrás, como la denomina: la gran cocina española.
En gran medida, me sentí identificada con su experiencia viajera, lugares que llegué a conocer y a disfrutar en el transcurso de muchos años viajando por Oriente: Japón (lo visité por primera vez en el año 1983), China, Thailandia e India.
Llegué a leer hace tiempo una frase que se me quedó grabada, decía así: Todo ser humano lleva dos equipajes al viajar: las maletas con sus pertenencias y el equipaje cultural, el cual es invisible y juega un papel importante en el proceso de adaptación a la hora de visitar otros lugares muy diferentes a los conocidos.
Viajar a cualquier otro lugar diferente a nuestras costumbres, a los aspectos culturales en los que estamos acostumbrados a vivir, sobre todo si es la primera vez, es realmente un “choque” importante, tener la experiencia de conocer culturas ajenas abre la mente, el espiritu, aumenta la comprensión y el entendimiento de nuestra propia forma de ver la vida.
Conocer ese mundo exótico, de aromas y sabores tan distintos a los nuestros, visitar tierras lejanas donde todo es ajeno y misterioso... Sin duda es fascinante, pero el choque cultural puede ser duro, sobre todo si no hablas el mismo idioma, si no se viaja con la mente abierta, cuando la comida es diferente y no se está acostumbrado a probar nuevos sabores, olores, productos extraños y máxime si los estándares de calidad son otros, puede ser decepcionante, pero sin dejar de ser enriquecedor en todos los sentidos.
Gastronómicamente hablando conocer y saborear otras culturas es realmente enriquecedor. Y con Cucharón y paso atrás….podrán comprobarlo, mientras una vez más en Mi cocina, pongo mi “granito de arena” con un plato realmente riquísimo, que no defraudará los paladares más tradicionales.
Y si no pregúntense quién no ha comido sésamo o como a los andaluces nos gusta llamar a ésta riquísima y usada semilla: ajonjolí.
¿Sabían que en China lo llaman “cáñamo extranjero” y que hay constancia que lo usan en su cocina desde hace más de 2.000 años? Usado desde hace milenios, el sésamo (Sesamum Indicum) en todo Oriente, en Indonesia, incluso en los países Africanos; usado por los Chinos e hindúes no sólo por su aceite en la alimentación, sino para alumbrar casas y templos.
¿Se animan a probar la ternera con sésamo? Es fácil, les explico como preparé éste plato:
Cortar la ternera en trozos pequeños (debo confesar que en la carnicería donde suelo comprar en el Mercado de Atarazanas, Federico, me la prepara sin pedírselo, sólo comentarle que voy a prepararla así…..)
En un mortero machacar dos dientes de ajo con una cucharada de jengibre en polvo (lo pueden encontrar en cualquier gran superficie o en tiendas especializadas en cocina oriental).
Añadir medio vaso de salsa de soja y medio de vino blanco seco, remover bien.
Poner la ternera en un cuenco junto con la salsa procurando que la carne se impregne bien, dejándolo macerar una media hora.
En una sartén o wok echar un chorreón de aceite de sésamo (igualmente se encuentra con facilidad en cualquier gran superficie o tienda especializada en productos de Oriente) y una vez que esté bien caliente, añadir la ternera escurriéndola previamente.
Morearla, removiendo continuamente a fuego fuerte durante dos o tres minutos.
Sacarla de la sartén y espolvorear sésamo.
Acompañar con verduras cortadas en tiras finas y salteadas en el mismo wok o sartén salando al gusto (en ésta ocasión he usado calabacín, pimiento rojo, pimiento verde, puerro, zanahora y champiñones).
Y con fideos chinos: Noodles de trigo
Para prepararlos:
Dejarlos en remojo en agua hirviendo unos 5 minutos, pasado éste tiempo echar el resto de la salsa donde se ha macerado la carne en el wok, agregar un cucharón del agua de los noodles y llevar a ebullición.
Agregar los noodles y dejar hacer durante dos minutos….Listos para disfrutarlos.
O bien, sencillamente acompañar la carne con arroz blanco.
Buen provecho y disfruten de la cocina oriental, no se la pierdan…..