No se de que manera ni como llegó esta idea a mi mente, bueno si, siempre he oído decir a Elena que ella cocina muchísimo con el whisky que les regalan en las cestas de Navidad, yo la verdad es que algún chorrito le pongo de vez en cuando a algún guiso pero no es lo habitual... y con esta carne me animé, para variar el guiso, sustituir el clásico vino tinto y aportarle un toque diferente.
Es igual de sencillo que la ternera guisada de toda la vida, podéis ponerle la verdura que mas os guste, pero la clave está en sustituir el vino que uséis habitualmente, ya sea blanco o tinto, por whisky y recordad, nunca whisky barato, el éxito y la diferencia entre un plato exquisito y el mismo plato incomible es la calidad de la materia prima, sobre todo en este caso que es la base de la salsa.
Ingredientes para 4/6 personas:
Preparación:
Secamos muy bien la carne con ayuda de papel de cocina y salpimentamos generosamente.
Enharinamos levemente y freímos hasta dorar en una cazuela amplia con un chorro de aceite a fuego vivo.
Añadimos la cebolla cortada en juliana y las zanahorias en ruedas ambas lo mas finas posible. Rehogamos. Añadimos el ajo picado y la cayena. Rehogamos.
Regamos con el whisky y dejamos cocer para evaporar el alcohol, removiendo de vez en cuando, unos 5 minutos. Añadimos el caldo de carne caliente y dejamos cocer a fuego suave con la olla tapada 2h. y media o hasta que la carne esté tierna.
Apartamos la carne (en este paso podemos desechar la cayena, al gusto) y batimos el caldo. Volvemos a poner el caldo batido y la carne en la cazuela y cocemos a fuego suave, sin tapa, hasta reducir y conseguir una crema fina.
Servimos muy caliente! Ah y prepararos para mojar pan ;-)