
A pesar de la gratuidad del evento, circunstancia sobre la que insistían repetidamente los organizadores, Ana Mato se empeñó en dejarle dos monedas de euro "al pobre del bigote que me atendió por última vez". Al no aceptar el hombre, dejó el dinero en un cenicero y salió hacia el ascensor del garaje.
"Lo que no mata, engorda", dijo sonriendo a un grupo de personas antes de abandonar la estancia.