Tetro (Francis Ford Coppola, 2.009)

Publicado el 07 julio 2010 por Rugoleor @rugoleor

Título original: Tetro

Director: Francis Ford Coppola

Guionista: Francis Ford Coppola

Intérpretes: Vincent Gallo

  Alden Ehrenreich

  Maribel Verdú

  Klaus Maria Brandauer

  Carmen Maura

  Rodrigo De la Serna

  Leticia Brédice

  Mike Amigorena

  Sofía Castiglione

  Francesca De Sapio

Productor: Francis Ford Coppola

Fotografía: Mihai Malaimare Jr.

Música: Osvaldo Golijov

Montaje: Walter Murch

Nacionalidad: Estados Unidos

  Italia

  España

  Argentina

Año: 2.009

Duración: 127 minutos

Edad: 13 años

Género: Drama, Misterio

Distribuidora: Alta Classics S. L. Unipersonal

Estreno: 26-06-2.009

Página WEB: Web Oficial de la película en España

  Web Oficial de la distribuidora en España

  Tráiler de la película en YouTube

Calificación:

Crítica: 5,738 Espectadores: 85.286

Vizcaya: 5,064 Recaudación: 496.298,02 €

España:   Puntos (Popularidad):  

Rugoleor:   Índice de popularidad:  

Sinopsis:

“Tetro” es el primer guión original de Francis Ford Coppola en más de 30 años. La película es un drama poético sobre una familia desgarrada por rivalidades profundas, secretos y traiciones. “Tetro” comienza con la llegada de Bennie a Buenos Aires desde Manhattan con la esperanza de reunirse con su hermano mayor, Tetro, al que vio por última vez a la edad de siete años. Ahora, justo antes de cumplir 18 años, Bennie se niega a marcharse de Buenos Aires sin descubrir por qué se fue su hermano y nunca volvió a por él, tal y como prometió. Al llegar al apartamento humilde de su hermano, conoce a Miranda, la novia de Tetro, y se encuentra que la calurosa acogida que pensaba encontrar de Tetro no es tal.

A sus 70 años, Coppola quiere empezar de cero. Así considera su film anterior –la aquí inédita “Youth Without Youth (2.007)- como su nueva primera película. Rodada en blanco y negro, esta historia bonaerense escrita por él mismo gira en torno la personaje titular (Vincent Gallo), cuya novia no es otra que Maribel Verdú. Se trata de una tragedia familiar completada con el padre (Karl Maria Brandauer) y el hermano pequeño que, encarnado por Alden Ehrenreich, constituye la revelación del film.

Crítica:

28.06.2009 – ANTON MERIKAETXEBARRIA

Inesperado gatillazo

Olvídense del Francis Ford Coppola clásico, porque “Tetro” es un inesperado gatillazo, urdido en torno a una familia italo-americana, que guarda inequívocos paralelismos con el cine europeo de corte intimista, también conocido como de Arte y Ensayo, que hizo furor en su tiempo. Filmado en un suntuoso blanco y negro, con retazos de color acá y allá, dos hermanos contrapuestos son los ejes sobre los que pivota la trama, que incluye sugestivas secuencias en la Patagonia argentina, dentro de un relato psicológico, del que esperábamos más, mucho más.

Los ribetes autobiográficos también ocupan un lugar destacado en el desarrollo del filme que, en su afán de rendir cuentas con su pasado, el guionista y director no se detiene en matices y hace converger varias líneas discursivas que raramente funcionan bien juntas, incluidas las personales vivencias de los dos hermanos protagonistas, encarnados sin verdadera emoción por dos actores un tanto anodinos: Vincent Gallo (Tetro) y Alden Ehrenreich (Bennie). Cabezas visibles de una peculiar familia, dispuesta a demostrar que no es la carne y la sangre, sino el corazón lo que hace a padres e hijos.

Porque el filme avanza sin la exigible sutileza, aportando imágenes de aislada belleza, eso sí, porque el que tuvo, retuvo, pero que dejan desarmado a los incondicionales de Coppola. Más rareza que película rigurosa, “Tetro” será recordada en el futuro antes que por su efectividad, por la oportunidad desaprovechada por su autor para ocupar de nuevo un lugar en la cumbre cinematográfica. A quien suscribe le parece de perlas que el multimillonario Coppola realice películas para sí mismo. Los sustanciosos réditos que le producen la excelsa trilogía de “El Padrino” y sus fértiles viñedos del soleado valle californiano de Napa, hacen que todo ello sea posible. Sin embargo, el crítico echa de menos al Coppola popular, en el mejor y más noble sentido del término.