"....el concepto de forma: una noción que se usa constantemente y casi siempre en su acepción vulgar - aquella que la aproxima a la idea de figura - llegando incluso a identificarse con ella. Probablemente, el motivo del malentendido reside en un planteamiento defectuoso de la cuestión: si uno se pregunta cuál es la forma de un edificio, lo más probable es que acabe concluyendo que se trata del conjunto de rasgos que determinan su apariencia.
De ahí que la noción de forma se confunda con la de figura, tal como se suele hacer en la vida común.
De todos modos, si se quiere que la utilización de la noción de forma, además de correcta - tanto en el marco de la filosofía como en el del arte -, sea fecunda, debe definirse el concepto con precisión: "la manifestación superior de una estructura organizada, de una intervención de la inteligencia sobre el azar,siendo la forma la condición del arte".
La forma, por tanto, no tiene existencia real, sino que es el resultado de la proyección de un apriorismo del sujeto sobre la realidad, de modo que la transforma con criterios artísticos. Este apriorismo tiene una parte universal – innata – y una parte convencional – aprendida -, que varía según la competencia visual con que cada uno se aproxima a las obras de arte. La forma, en tanto que mirada subjetiva, revela algún atributo constitutivo de la realidad sin que pueda identificarse de ningún modo con ella”.
Creo que algo de lo que se explica más arriba,lo han tenido presente los arquitectos de las siguientes obras: