The Bike Project // La pintura

Por Gemma Adeva @holawasel

Más de un año ha pasado desde que dije que iba a customizar mi bicicleta… qué vergüenza. ¿No os pasa que a veces para hacer algo tenéis que empezar por una parte en concreto y ha de ser esa o no podéis empezar? Porque a mi es lo que me pasaba con la bici y el tema de la pintura. El primer paso era pintarla y sin eso no podía imaginarme el resto del proceso. Estas vacaciones he aprovechado que D. estaba aquí y se ofreció a pintar la bici para ponerme manos a la obra, ¡por fin! Mi bici pintada por un experto, no podía ser mejor :D

Os quiero enseñar el proceso y voy a ser muy sincera. De entrada os digo que si podéis llevar la bici a un taller para que la pinten, lo hagáis. En serio. Es una locura pintar la bici, una tarea solo apta para las más osadas, sin exagerar. Parece sencillo (y no es que sea especialmente complicado) pero tiene más inconvenientes que otra cosa. Si yo hubiera sabido la que íbamos a liar, directamente ni se me hubiera pasado por la cabeza. Eso sí, ahora no hago más que mirarla y babear con lo bonita que ha quedado. Lo que quiero decir es que seáis conscientes de todo el trabajo que conlleva pintarla: desmontar pieza a pieza, preparar un sitio donde pintar, pintarla, LIMPIAR, montar y ajustar todo de nuevo…

DÍA 1

Ya habíamos elegido la pintura y comprado el spray (mi bici gastó dos botes de Montana 94). Me costó mucho decidir el color, si hacerla en un solo tono o en dos, la carta de colores de Montana es súper extensa y los colores preciosos. Finalmente me quedé con el tono Fever Red, un rojo desgastado que se confunde con rosa aunque no lo es ;)

Desmontamos la bicicleta por la mañana. Como D. ha montado y desmontado bicis, este paso estaba resuelto, pero podéis buscar en internet, ya que hay muchos vídeos sobre cómo hacerlo. También la podéis llevar a la tienda donde la comprasteis. Si lo hacéis por vuestra cuenta, mejor tomar notas de dónde va cada cosa, distancias de una pieza a otra, etc. Hacen falta unas cuantas herramientas.


¡Por la tarde llegó el momento de pintar! Hacerlo en la calle no es una opción, el viento trae motas de polvo que se quedan adheridas a la pintura y además luego hay que transportar el cuadro de la bici hasta casa con la pintura fresca, mala idea. Lo mejor es coger una habitación de casa y forrarla por completo. POR COMPLETO. Aún así, luego habrá muchísimo que limpiar. La pintura en spray levanta mucho polvo de color, todo quedará cubierto por una capa del color que elijamos… Si os queréis ahorrar el tener que frotaros las manos con disolvente, usad guantes. Lo mismo para la ropa: mono de plástico y mascarilla (como veis nosotros olvidamos la mascarilla pero es SÚPER IMPORTANTE y os lo digo porque nos llevamos un buen susto). Tuvimos que montar un taller casero para sujetar las piezas a pintar :P

Pintarla es lo más sencillo de todo el proceso, jajaja. Basta con dar capas finas, cubriendo las zonas más difíciles primero. La calidad del spray es importante para que la pintura se distribuya de manera uniforme. Podríamos haber pintado casi toda la bici, pero nos gustó cómo quedaban los detalles en negro (los guardabarros por ejemplo) y los dejamos del color original, pintando solo el cuadro y la horquilla. Lógicamente, primero hay que forrar todos los orificios y piezas que no se hayan de pintar con cinta.

Al terminar, trasladamos las piezas con muchísimo cuidado a una zona donde se puedan secar sin riesgo a que les demos golpes y limpiamos. Esto fue el infierno rojo-rosa. La cocina hubo que limpiarla por completo, hasta dentro de los muebles, y eso que estaba todo tapado. El polvo rosa también llegó al pasillo, paredes y techos, aunque no hice fotos.

DÍA 2

Por la mañana ya pudimos montar la bici de nuevo. La pintura estará seca, no como para darle golpes, pero sí para montar las piezas. Si tenéis pensado lacarla con barniz brillante, hacedlo tras el paso anterior. Nosotros no lo hicimos porque queríamos que siguiera con el efecto mate, aunque sea menos resistente a los golpes y arañazos. Además, dentro de un par de años seguro que empieza a desgastarse por las partes con más roce y quedará con desgaste a blanco (y ese efecto molará mil). La bici es para vivirla y disfrutarla, no para estar sufriendo con cada toque que se lleve…


Decir que estoy feliz con la bicicleta nueva es poco :D No me quiero bajar de ella, solo quiero salir a rodar y rodar… Ahora es importante sacarla durante un par de semanas a la calle para que le de el sol y la pintura cure mejor (cosa que no me va a suponer ningún esfuerzo, jajaja). Lo siguiente es añadirle un par de detalles con pegatinas, no demasiada cosa, solo para darle personalidad y que sea más única todavía. Y por supuesto, empezar a elegir los colores para las partes que irán forradas con lana. Os enseño unas cuantas fotos del resultado tras la sesión de pintura:





Espero que hayan sido suficientes fotos para que entendáis por qué estoy enamorada :D

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