The Clock, el film experimental de Christian Marclay

Por Articulación Cultural @articulocultura

The Clock es una instalación cinematográfica que pretende jugar con el tiempo y reflexionar sobre la narrativa del género cinematográfico que desde sus inicios a intentado captar el paso del tiempo de la manera más real, creíble y coherente por eso pocas películas encajan su relato con el tiempo real.

Así que el artista Christian Marclay toma fragmentos de películas y series de todo el siglo XX para crear este experimento, un film que dura 24 horas y donde se refleja minuto a minuto el paso del tiempo real que experimenta el espectador. El hilo de la narración está claro: El paso del tiempo, y leit motiv; los relojes.

El espectador verá pasar un día entero a tiempo real, cuando en el film sean las 12 del mediodía también lo serán en la realidad y cuando sean las 12 de la noche también lo son en la realidad ya que se sincroniza con la hora real del lugar donde se proyecta.

Así es, la parte más oscura, sexual y misteriosa de la noche sale a relucir para los visionadores más noctámbulos ya que dependiendo donde se encuentra la instalación la sala o museo abre sus puertas también de noche para que se pueda visualizar el film entero.

Como al ser humano le resulta imposible no buscar un relato en cualquier imagen que ve, en este caso también es posible y las breves apariciones de los personajes permiten crear minirelatos y llegar a empatizar con los personaje que realizan acciones de la vida cotidiana. Así que podemos despertar al lado de Paul Newman, o a las 13:14 Orson Welles nos habla de los suizos y su invención: el cucú. Y unos minutos más tardes cuando ya es la una de la tarde y 16 minutos, Sean Penn trata de empeñarle su reloj a Billy Bob Thornton en Camino sin retorno.

Y aunque ver el paso del tiempo podría parecer aburrido en este caso no lo es, hay acción pero no hay lugar para los flashback ni flashforward cinematográficos tant recurrentes en el cine actual.

Marclay y un equipo de 6 personas tardaron más de dos años en visualizar miles de películas, buscando fragmentos para cubrir todos los minutos del día, en una entrevista en The Economist el artista declaró que pasó más de diez horas diarias siete días a la semana llevando a cabo esta tarea.

Como curiosidades, el mismo artista explica que el reloj que más aparece en el film es el Big Ben y aunque también visualizó películas de Bollywood descubrió que en estas apenas salen relojes, seguramente por cuestiones culturales.

También se topó con una hora crítica que fueron las 5 de la mañana, aunque como él mismo explica en las películas “las 3 de la mañana es relativamente frecuente: a esa hora la gente no suele estar durmiendo sino sudando o teniendo pesadillas. También es habitual que suene el teléfono y se despierten a contestar”.

El brillante trabajo se encuentra en la edición y montaje de esta obra, hacer que los fragmentos coincidan en el tiempo y como curiosamente personajes de diferentes épocas y diferentes lugares se preguntan y se contestan.
The Clock es como su nombre indica un reloj gigante de pared que deja al espectador indefenso delante de una pantalla viendo como los minutos pasan y nos hace pensar en lo fácil que resulta perder el tiempo aunque sea delante de una obra de arte compuesta por un millar de obras de artes cinematográficas.
Seguramente podríamos hablar del homenaje más largo al cine.

Os dejamos un fragmento del vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=xp4EUryS6ac

http://www.letraslibres.com/blogs/clock-0
http://www.economist.com/node/16885826