The Invitation: El miedo como religión

Por Androsmalv

pues la fe es siempre ciega."
Ernest Bornemann

Aunque la filmografía de Karym Kusama es relativamente corta e irregular, sus dos producciones independientes y de bajo presupuesto, han marcado lo mejor de esta directora estadounidense; con Girlfight, su opera prima, recibió diversos premios y nominaciones , y una invitación a dirigir obras de alto presupuesto, donde se ahogó en sus propias limitaciones; para el 2015 y luego de haber pasado por producciones televisivas, la graduada en la Universidad de Nueva York, presentó, la que para muchos es la mejor propuesta de esta directora: The Invitation, un inteligente thriller, lleno de recovecos y una crítica a esas sectas religiosas que parecen dominar el mundo moderno.

El guión de Phil Hay y Matt Manfredi, no sólo mezclan géneros como el terror, el suspenso y el drama, sino que es un thriller en su manifestación más pura, donde las mentiras, engaños (fuera y dentro de pantalla) son eficientes y trabajados, para criticar, exponer o indagar sobre esas sectas religiosas que parecen influenciar cada vez más tanto a ricos como a pobres.

La palabra secta viene del latín secare: sectar, cortar. También se ha dicho que la palabra viene de secedere: separarse. Igualmente [...] que deriva de sectare: cortar. En todos los casos está presente la idea de separación (1). En cierto modoThe Invitation, tiene estos elementos dentro de su trabajo argumental, por que la tragedia que afectó a Will y Eden, años atrás, la muerte de su hijo, no sólo fue una separación sino el corte de una unión entre éstos. Años más tarde, el inicio de la película, nos mostrará como Will junto a su nueva novia Kira, se dirigen a una reunión que ha organizado Eden, su esposo e invitado a varios de los amigos de antaño. La reunión, se va haciendo cada vez más incómoda, y la presencia de un sino desesperanzador y trágico se empieza a tejer, desde el momento en que muestran sus nuevas ideas la pareja anfitriona.

Con una trama llena de capas, sorpresas, engaños y manipulación, para finalmente reconocer una crítica a esas religiones, sectas y grupos que parecen convertirse en le nuevo opio de las sociedades modernas.

Aunque la fotografía de Bobby Shore se puede quedar corta técnicamente, también se debe reconocer que con pocos recursos logra crear una ambientación tétrica pero realista, sin caer en efectismos, y donde la cámara, principalmente en el clímax de la obra toma protagonismo.

La música de Theodore Shapiro, uno de esos compositores que no parece comprometerse demasiado en un género o estilo, en este caso es bastante eficiente en el desarrollo de la trama, y que como el guión, está llena de trampas y manipulaciones. Mucho más destacado o por lo menos arriesgado es el trabajo de montaje de Plummy Tucker, que juega bastante bien con los flashbacks/ recuerdos de Will, y en la parte final de la obra. De resto es un obra bastante sencilla en su producción.

Dentro del trabajo artístico, es decir, las actuaciones, la obra, aunque soportada por el peso de los diversos actores (coralidad), quien es el protagonista y motor de todas las acciones es Logan Marshall - Green, que aunque puede pecar en cierto histrionismo, funciona con el mismo guión y ambientación, de resto, la coralidad de los actores, funciona como parte de la trama.

Aunque la película puede pecar en su misma virtud, que es el engaño narrativo y en las acciones de los personajes, la parte final de la obra, esos pasajes incómodos y las actuaciones son más que suficientes para recomendar este terrorífico cuento que tiene como monstruo a la religión o a las sectas, y el miedo a perder un ser querido. Sin ser perfecta, y de ir de menor a mayor en su desarrollo, es un largometraje recomendable, y bien pensado para estos días y sociedades de cultos, egolatría y miedos escondidos.

Zoom in: Ganadora en Sitges a mejor película.

Montaje Paralelo: The witch (2015) - Cultos

(1) http://www.clerus.org/clerus/dati/2004-06/05-15/secigle.html