"La gerontofobia es un miedo extremo a la vejez o el miedo a las personas mayores. La palabra se deriva de del griego γέρων – Geron , “viejo hombre” y φόβος – phobos , “miedo”. Para algunos, abarca un miedo sólo de envejecer, mientras que otros temen que las personas mayores, y en algunas personas que sufren de ella, ellos temen tanto." (1)
Que se puede escribir sobre un director tan irregular y famoso como M. Night Shyamalan; admirado y odiado a partes iguales por un estilo engañoso, de giros narrativos inesperados, inocentes pero trascendentales personajes y cierto halo moralista, que sí bien trata de romper los moldes hollywoodenses, a la vez se alimenta de ese imaginario para crear sus obras con cierta individualidad. Shyamalan, nacido en Mahé, India, en una familia de doctores que emigraron Filadelfia, Estados Unidos, ciudad que ha sido protagonista en la mayoría de sus películas, no sólo rompió con la tradición familiar al estudiar cine en Nueva York, sino que muchas de esas complejidades y distanciamientos, se reflejan en su obra. Admirador de los cómics, del cine de Hitchcock, -del que copia sus cameos- y del mismo Steven Spielberg, el director indio-americano, sigue planteando sus intereses y cuestionamientos religiosos y sociales en sus genéricas obras, unas mejores que otras, pero cada una con gran expectativa por parte de público y critica, como sucedió con The Visit, una obra menor, que terminó siendo un gran éxito de taquilla, moderada crítica, y ofreciendo nuevos caminos a este director.
Con guión de Shyamalan, que recurre al terror y al falso documental, para crear un relato de miedos, abandonos familiares, casas rurales y vejez con cierta alegoría a la creación audiovisual y a las conocidas temáticas del director nacido en la India.
La historia que se puede reducir a una madre que deja a sus hijos al cuidado de los abuelos, a los que nunca han visto, y que viven en una remota granja en Pensilvania, no sólo descubrirán los secretos de éstos sino las inquietantes historias que han vivido, y vivirán durante la semana que pasen en dicha alejada casa; la cámara de vídeo de uno de los chicos, que realiza un documental, se convertirá en testigo de estas situaciones y de sus más profundos miedos.
Con unos giros narrativos en extremo engañosos, aludiendo al miedo a la vejez y con cierta ironía y humor negro, se irá desarrollando un guión que juega con las reglas del cine de terror pero la vez no se libra de los estereotipos y los lugares comunes del subgénero, aunque estén "milimétricamente" trabajados por Shyamalan.
Aunque es difícil destacar el trabajo fotográfico de Maryse Alberti, ligado a esa dicotomía técnica que es el falso documental, donde el error y naturalismo hacen parte de un estudiado planteamiento narrativo, de todas maneras, es pertinente escribir sobre el manejo de cámara, el posicionamineto de la misma para las secuencias de terrror, y demás trucajes entorno a este subgénero; igualmente, en los demás aspectos técnicos, la película está marcada por dicho contraste.
Frente al trabajo actoral, sí bien el papel de los adolescentes De Jong y Oxenbould, están bien interpretados, caen en ciertos vacíos, y en esos típicos estándares del cine de horror, del drama y por que no decirlo del cine de este director; aún así, jóvenes actores, que logran trasmitir esas complejidades que están viviendo en pantalla; mucho más interesante viene a ser el papel de los ancianos, interpretados por la actriz teatral Deanna Dunagan, quien se lleva todo el peso dramático, de locura y terror,al igual que Peter Mc Robbie, que en la dureza de sus facciones y sosegado andar, transmite toda una sensación de misterio y zozobra.
Engañoso relato de terror con tintes de humor, que no vi en ningún momento; que funcionan bastante bien en su primera mitad, tanto por las actuaciones como por esa sensación de miedo frente a la vejez y la enfermedad, que se va diluyendo en la obviedad del giro narrativo, y en los típicos recovecos argumentales del director de Sexto Sentido; eso sí, es un guión funcional y su idea del miedo es más que acertado en esa primera parte; un trabajo que se puede considerar menor en la obra de Shyamalan pero que a la vez, le dio un nuevo impulso a su carrera. Sin ser una gran obra, recomendable, por lo menos por esa primera mitad, en la que saca lo mejor de su repertorio este director.
Zoom in: Realizada con 5 millones, recibiendo 20 veces más en taquilla
Montaje Paralelo: Falso documental - Locura - vejez