"Cada guerra es una destrucción del espíritu humano" Henry Miller
Aunque nunca habíamos visto películas de Peter Watkins, se ha ido convirtiendo en una especie de director de culto para quien escribe, no sólo por sus arriesgados falsos documentales, sino por lo que ha construido entorno a su cinematografía, donde lo político, lo crítico y transgresivo, son fundamentales, este director inglés, ligado a la televisión pública de su país, es considerado no sólo es uno de los iniciadores de lo que conocemos como falso documental, sino también, de lo que se ha ido denominando en los últimos años como cine de no-ficción, en el que tendría cabida su obra.The War Game, es la primera película que vemos de la casi veintena que ha realizado Watkins, pensada como un worst case scenario de la Guerra Fría, y el hipotético bombardeo nuclear a la ciudad de Rochester (Inglaterra), con un inteligente discurso y uso de los recursos cinematográficos, se ponen en escena las probabilidades no sólo del ataque, sino de las consecuencias de la radioactividad y de las mismas acciones sociales; en definitiva, un trabajo de falso documental pero en clave político, en donde el director no sólo se plantea desde los cuestionamientos propios de la época, sino que los pone en imágenes, muchas de ellas, aterradoras - fotográfica y moralmente-, y no nos deja indiferentes, frente a la brutalidad de un ataque nuclear sino a la misma reacción humana, a la falta de preparación, o simple y sencillamente a nuestra naturaleza, que responde con más complejidad.
Censurada en su momento por la BBC, la obra se volvió de culto, y más cuando ganó el Oscar a mejor documental, abriendo las posibilidades de las narrativas documentativas, a las que Watkins, recurre de manera eficiente, usando no sólo actores naturales, sino personas propias de dicha región, los efectos y el maquillaje, son bastante realistas, y las imágenes de apoyo, son bastante logradas tanto dramática como expresivamente, es decir, los fusilamientos, los muertos en las calles, los rostros de los niños heridos por la radiación, tienen una puesta en escena notable.El gran trabajo de montaje y fotografía, le dan un ritmo único a esta obra, mezcla de news magazine y reportaje, para dar la sensación de credibilidad, que le apostaban en ese momento, y que al día de hoy sigue funcionando; tanto así, que la BBC quien fue la que ideó este trabajo y contrató a Watkins,a la final censuró la obra, no sólo por la dureza de las imágenes sino por el contenido vehemente y crudo que le imprimió el director.