Especulación apenas llega a ser una novela corta o si se quiere un relato corto extenso, pero su valor es tan incuestionable, que un solo capítulo de la misma ya valdría para guardarlo en el cajón que reservamos para los recuerdos que nos acompañarán el resto de nuestras vidas. Thomas Wolfe consigue enredarnos de una forma prodigiosa en esa capa de ensoñación como nadie más que él sabe hacer, pues aparte de la intensidad de sus ensoñaciones, nos las sirve con dulzura, y nos hace pensar que el verdadero valor de la vida es el de los sueños. Lean y vuelvan a releer los dos primeros y los dos últimos capítulos de esta joya literaria, y sabrán reconocer lo que les digo. Y si Thomas Wolfe nos ha hecho caer rendidos ante su prodigiosa prosa, Periférica nos ha reconciliado de nuevo con la gran literatura. Sí, porque con ese gusto tan singular que tienen sus editores (Julián Rodríguez y Paca Flores) a la hora de rescatar autores y obras perdidas en las cloacas del tiempo, nos hacen partícipes de esa gran máquina de la felicidad que es la buena literatura, y Especulación es eso y mucho más, sí, pero sobre todo, un evocador retrato de la pérdida de los sueños.
Ángel Silvelo Gabriel.