Cuando éramos jóvenes mi madre nos dejaba faltar a clase un día en diciembre para ir al centro de la ciudad de Chicago. Poníamos nuestra ropa más abrigada e íbamos mi madre, mi hermano y yo a la ¨city¨ para ver los escaparates de las tiendas y centros comerciales más importantes. Pasábamos por delante de Marshalls Fields en dirección a Macy`s con las narices pegadas al cristal, impresionados por las decoraciones navideñas. Siempre ansiaba ese día cuando podríamos a través del cristal adentrarnos en mundos imaginarios de Papa Noeles, familias delante de la chimenea abriendo sus regalos o renos que hablaban. Simplemente mirando a los otros transeúntes, los coros cantando villancicos en cada esquina y colas de niños esperando para sentarse en las piernas de Papa Noel jurándole que habían sido buenos y susurrándole al oído lo que mas deseaban para esa navidad, hacían que las fiestas fueran mas emocionantes y los últimos días de colegio antes de las vacaciones insoportables.
Ahora que soy mayorcita (no muy) tengo que admitir que para mi la navidad ha perdido mucho de ese ambiente feliz y mágico.El hecho de que trabajamos en la industria de la moda, mi marido y yo pasamos casi todos los días de navidad trabajando. Con nuestras propias tiendas mi papel ya no es el de una que pasea disfrutando de los escaparates sino más bien de una que ha atravesado el cristal convirtiéndose en una escaparatista que intenta provocar sensaciones en los transeúntes o por lo menos llamar su atención. Supongo que a consecuencia de los buenos recuerdos de mi infancia a tener mi propio trabajo donde yo decoro el escaparate he aprendido a apreciar no solo la decoración sino también el trabajo y la creatividad que hace falta para crear un buen escaparate.
Ahora vivo en la ciudad histórica de Granada en el sur de España y aunque las calles del centro están bien decoradas e iluminadas no tienen nada que ver con el glamour y la extravagancia de la ciudad de Chicago. De todos modos disfruto dando un paseo por sus calles empedradas y estrechas con las luces colgadas, la música navideña procedente de las tiendas y porsupuesto viendo los escaparates coloridos y adornados. Desgraciadamente año tras año no puedo evitar sentirme un poco decepcionada por la falta de entusiasmo, creatividad y esfuerzo que aprecio en los escaparates de la ciudad. Con una crisis mundial creo que hoy día es mas importante que nunca atraer la atención de posibles clientes y de que mejor manera que con un escaparate atractivo y llamativo. Por esta razón he decidido mostrar unas fotos de algunas tiendas de Granada que por alguna razón u otra me impresionaron. Espero que mis lectores también compartan algúna que otra foto de un escaparate de su ciudad que le gusta. Quizás através del Internet podemos llevar un poco de más espíritu navideño el uno al otro.
Crivero, C/Paz 1, Granada Spain
cute penguin from UDE C/Recogidas, Granada Spain
creative Belen from Menfis, Plaza de la Pescadería 6, Granada Spain
Cortefiel (not really fair since they have a professional window dresser, but still cool)