Una de las razones que hace aumentar el riesgo de padecer ciática durante la gestación es la sobrecarga de peso que ocasiona dolor en el nervio. A medida que el útero crece, los nervios espinales que alimentan el nervio ciático en la parte baja de la espalda se comprimen e irritan.
Otra de las causas es la hormona llamada relaxina, que ayuda a reblandecer la zona de la pubis y la matriz para facilitar la salida del bebé a través del canal de parto. Esta distensión de los músculos de la zona relaja los ligamentos provocando dolor.
Vamos a recordar algunos consejos para evitar el dolor de la ciática:
- Ejercicio suave y moderado
- No aumentar mucho peso
- Son aconsejables los masajes
- Cambios de postura a menudo
- Calzado adecuado
- Dormir con una almohada entre las piernas
- El calor seco puede calmar el dolor