¿Lavarse los dientes?
Puede que muchos tengáis automatizado este hábito como yo en las mañanas, pero las prisas, el estrés de comer fuera, la incomodidad del trasnochar, etc. son los responsables de que abandonemos nuestros dientes a su suerte.
Un cuerpo que se precie debe ocuparse del mantenimiento de una boca y dientes sanos.
Pero ¿quién no tiene en mente ese cepillo de dientes desgastado con las cerdas para todos lados menos el centro asomando por un vaso lleno de pasta de dientes? Está será la primera señal de alarma para seguir leyendo.
¿Para que tener unos dientes saludables?
Comer es uno de los placeres de la vida y el tener unos dientes débiles o mal cuidados puede privarnos de este disfrute. Hoy en día ponen prótesis maravillosas, pero mejor conservar lo nuestro cuanto mas tiempo mejor.
La comunicación es una de las facetas más importantes para conseguir relaciones, trabajo y sentirnos seguros de nosotros mismos, y ¿qué herramienta es fundamental utilizamos para ello? Sí, ¡nuestra sonrisa!
1. Dientes blancos
La mejor manera de conseguirlo es cepillarse los dientes al menos 2 veces al día. En cualquier caso si tomas azúcar, hazlo inmediatamente después para no dejar que se formen bacterias y generen la caries.
2. Esmalte brillante
Los blanqueadores aunque resultan eficaces para dar brillo a los dientes, cuando se utilizan de forma excesiva y continuada pueden llegar a dañar el esmalte. Vuelvo al primer consejo.
3. Encías fuertes
Es frecuente no cuidarlas y que sangren. Las bacterias se acumulan sobre los dientes pero también bajan a las encías formando la placa. Esta placa puede hacer que sientas sensibilidad al frío, que se retraigan y propiciar la aparición de sangrado o flemones que nos pueden llevar directamente a la consulta de odontología.
Las encías se pueden limpiar y esa limpieza es tan recomendable como la dental. Para ello el mejor aliado es el hilo dental. Este no es solo para casos aislados. Cuando yo comencé a utilizarlo me di cuenta de cuanta suciedad puede llegar a quedarse atrapada entre los dientes.
4. Alarma si se mueven
Si hace tiempo que no te visita el ratoncito Pérez y notas que algún diente se te mueve, no esperes demasiado y acude rápidamente a tu dentista. En algunos casos tras ortodoncia, prótesis dental, etc. puede aparecer una movilidad extraña que haya que revisar.
5. Deja de fumar
Aunque fumar no es la causa directa de la enfermedad de las encías, el humo de los cigarrillos está compuesto por miles de sustancias tóxicas que debilitan las defensas de la encía, lo que lleva a aumentar las infecciones de la boca.
6. Toma manzana!
Las manzanas contienen taninos, nutrientes que pueden proteger los dientes contra la placa y la enfermedad de las encías. Comer una manzana puede ayudar a limpiar las bacterias de los dientes.
Cuidar tu boca y tu higiene es necesario para sentirte saludable.
Y ahora... ¡continua sonriendo! :)